(y yo digo que ha
continuado la que comenzaron… mra.)
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Cuando los líderes fascistas de la
oposición amenazaban con utilizar las elecciones del pasado 8 de diciembre como
una vía constitucional para derrocar al gobierno del Presidente Maduro, no lo
hacían por simple retórica.
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Para entender el plan voy a
transcribir lo que dicen los siguientes artículos de la Constitución:
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Artículo 347. – El pueblo de
Venezuela es el depositario del poder constituyente originario. En ejercicio de
dicho poder, puede convocar una Asamblea Nacional Constituyente con el objeto
de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una
nueva constitución.
-
Artículo 348. – La iniciativa de
convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrá hacerla el Presidente o
Presidenta de la República en Consejo de Ministros; la Asamblea Nacional,
mediante acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; LOS CONSEJOS MUNICIPALES EN CABILDOS,
MEDIANTE EL VOTO DE LAS DOS TERCERAS PARTES DE LOS MISMOS; y el quince por
ciento de los electores inscritos o electoras inscritas en el registro
electoral. (Mayúsculas nuestras) [El
Departamento de Estado de los EEUU ha estudiado más nuestra Constitución que
cualquiera de nosotros… mra.]
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La idea del fascismo era obtener
la mayoría en esas dos terceras partes requeridas y dar así una caída y
mesa limpia.
-
Para obtener ello, y dado que esas son
elecciones locales que obedecen a sus problemáticas particulares, debían de
fabricar una reivindicación globalmente sentida que abarcase el ámbito nacional
y que se superpusiese a las locales.
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De allí la idea de una guerra
económica que lograra una brutal inflación y una aguda escasez de alimentos y
productos claves, que sensibilizase a toda la población del país y que ésta
buscase en esas elecciones un remedio a tan desastrosa situación. Es que la
inflación y la escasez afecta tanto al habitante de una gran ciudad como al del
más remoto pueblo del interior.-
De
allí el carácter plebiscitario que
el fascismo trató de darle a esos comicios y de allí también la
gigantesca
campaña que el candidato del fascismo realizó en persona a todo lo largo
y
ancho del país, que no era para impulsar candidatos locales, sino que
-jugando adelantado-, buscaba posicionarlo como el candidato
presidencial natural ante la eventual relegitimación de poderes que
debía
producir la nueva constitución.
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Si el Presidente Maduro no hubiese
tomado las medidas que tomó, ese hubiese sido el escenario.
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UN PLAN CONTINUADO
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Ahora bien, esta jugada la había
planificado el Departamento de Estado desde hace algún tiempo. Recuerde el
lector cómo Capriles había anunciado, durante la campaña electoral de 2012, que
el pueblo venezolano sufriría graves problemas de escasez, incluso que ‘llegaríamos
a oler como los europeos ante la ausencia de desodorantes’. Es decir, ese plan se elaboró hace mucho tiempo para
estas municipales…
De esa acción se sacan tres
lecciones: 1) El carácter ruin y despreciable de una dirigencia que por el mero
afán de alcanzar el poder, es capaz de someter a nuestro pueblo a un período de
indecibles carencias y sufrimientos (Cosa que deberían explicar en detalle los
medios del proceso); 2) Que TODA LA OPOSICION estaba consciente de
ello y apoyó ese plan, por lo que no se deben albergar ilusiones con un
supuesto sector racional y democrático en ella; y 3) Que
el Departamento de Estado planifica a largo plazo…!
-
El hecho que los sectores
progresistas hayan ganado las elecciones municipales no significa que ese plan
lo haya desechado el fascismo. Hay que
recordar que dentro de dos años tenemos elecciones para la Asamblea Nacional, que
según el artículo 348 de la Constitución también puede llamar a una
constituyente, y no sería para nada extraño que viésemos la misma
estrategia de buscar aumentar la inflación y producir escasez de bienes
importantes, con la ventaja para el fascismo de que en una elección legislativa
no privan los factores localistas, como
si lo fue en las municipales.
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Eso nos lo recuerda Juan Vicente León
de Datanalisis cuando afirmó hace escasos días que “Uno de los problemas económicos que podría
pasar factura al gobierno en los próximos meses es la escasez.”
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GUERRA AVISADA…
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Ante esa realidad, y a mi manera de
ver, los dirigentes del proceso deberían revisar la estrategia antigolpe
económico, implementando una vía efectiva que vaya más allá de las simples
acciones punitivas de fiscalización y controles de precio que la historia ha
demostrado que son francamente inútiles. Lo vimos en el pasado adeco-copeyano
con su “protección al consumidor” y ahora con Indepabis…
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De que vale fiscalizar, si una vez
que se vayan los funcionarios los comerciantes inescrupulosos vuelven a poner
los precios que les da la gana, o se valen de las redes sociales e internet
para vender sus productos burlando cualquier decreto o resolución.
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Insisto que la mejor forma de
controlar la especulación es con una férrea política impositiva y sin
excepciones como las del sector salud o bancaria. Se podrán esconder las transacciones, pero ese
dinero tiene que recalar necesariamente en el sistema financiero nacional.
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Además,
por supuesto de acciones
tales como la de acabar con la política sectaria; Cumplir con la
consigna de
Chávez de “excelencia o nada” y sustituir sin contemplaciones o
padrinazgos a
los funcionarios corruptos e ineficientes; Implementar YA una
política de industrialización, que no esté basada en las tesis
neoliberales de
entregarles la soberanía industrial a las grandes transnacionales, como
hemos visto últimamente, sino en el talento nacional; Desechar
cualquier tesis de esos estalinistas
que propugnan el igualitarismo chambón; Fortalecer aceleradamente a
UNASUR y al
MERCOSUR, y ensamblándolos con el mercado centroamericano para
conseguir, por fin, la anhelada unión latinoamericana; Erradicar ese
fantasma del resentimiento
social que a final de cuentas parece que tiene como objetivo a los
sectores
medios; Incorporar como protagonistas a
esa legión de profesionales, técnicos y pequeños empresarios y
comerciantes,
sin los cuales el proceso no podrá alcanzar sus metas; entre otros
objetivos.
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EL PRECIO DE LA GASOLINA
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Es en este contexto político y del
impacto tremendamente negativo que pueda tener en el bolsillo del venezolano
común y en su postura electoral, que me preocupa tanta argumentadera para subir
de forma exorbitante el precio de la gasolina, utilizando el mismo argumento
que utilizaron los neoliberales de CAP, que si derrochamos gasolina o que la
vendemos internamente muy barata.
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Yo
entiendo de las declaraciones del
ministro Ramírez es que lo fundamental no es que es muy barata sino que a
PDVSA
le cuesta 12.500 millones de dólares al año el subsidio a la gasolina.
Es claro que algún aumento debería hacerse, pero hay que recordar que
una gasolina barata
es una forma de subsidiar al pueblo ante una economía que no le permite
devengar
a la gente ingresos que compensen esos costos, que vive exclusivamente
del ingreso petrolero,
en la que se importa casi todo lo que
consume, en fin que ES rentista y no
productiva.
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Primero se debería frenar la diarrea
de divisas al exterior. Por ejemplo, no es concebible que las mismas se otorguen a
estudiantes de ‘College’ o de
pre-grado; o a familiares de extranjeros que viven en
Venezuela. ¿ Por qué un ejecutivo de una
transnacional tiene que recibir el beneficio del dólar de CADIVI para enviar
remesas a sus familiares? O ¿ por qué no se cobran impuestos a los
centenares de miles de millones de dólares que se han llevado los venezolanos
al exterior ? ¿ Es que acaso DAKA paga
impuestos por sus negocios en Panamá, hechos con dólares extraídos del país? … O
es que hay intere$e$ oscuros dentro de los neoliberales que manejan la economía nacional ?
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Y así tantos y tantos ejemplos. Si hay que apretarse el cinturón con las
divisas y la gasolina, que se afecte
primero a quienes disfrutan de tantos privilegios.
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UN VIEJO OBJETIVO DEL IMPERIO
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Por otra parte, que aumentemos el
precio interno de la energía ha sido uno de los objetivos de los imperios y de
sus lacayos neoliberales para quitarnos una de las principales ventajas
comparativas que tiene el país para un desarrollo industrial exitoso y
competitivo. Lo trataron de lograr con el gobierno apátrida de Carlos Andrés y
están a punto de cristalizar sus objetivos con la “ayuda” de los neoliberales
enquistados en este gobierno.
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Tal como lo explicamos en el artículo
anterior, lograr nuestra
industrialización soberana es vital para el futuro del país, y en
ese contexto una energía accesible es fundamental.
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Y para colmo de desvergüenza utilizan
el mismo argumento neoliberal de 1989, de que en nuestro país se “derrocha” la gasolina.
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Y es posible que lo hagan algunos
hijos de papá, poseedores de potentes
4x4 de 8 cilindros, e ingresadas al país con la anuencia de funcionarios
“revolucionarios”, pero no lo hace la inmensa mayoría de los venezolanos que
utilizan su vehículo para desplazarse.
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Claro que hay un consumo alto, pero no es derroche, es necesidad.
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¿ Cómo no va a consumir gasolina un
trabajador que sale a las 4 ó 5 de mañana de Guarenas, de La Guaira, de los
Valles de Tuy, o de los altos Mirandinos y llega
a su trabajo en Caracas después de tres horas de colas infernales, repitiendo este calvario de regreso en la tarde?
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Igual escenario se repite en muchas
localidades del interior del país, en Cabudare y Barquisimeto, en Barcelona y
Puerto La Cruz, en Puerto Ordaz, en Valencia, Guacara, Puerto Cabello etc.,
etc.
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El peso de una gasolina a 3 bolívares
para el trabajador que se ve obligado a llenar el tanque cuatro y más
veces al mes, es muy fuerte en su ya
mermado ingreso familiar. Pareciese que
se confirmara la tesis que este gobierno odia a la clase media, porque será ella la víctima directa de tal
desatino.
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Es que esta realidad del consumo es
consecuencia directa de tener un ministerio de la Planificación que fue incapaz
de llevar a cabo las instrucciones de Chávez de emprender una política de
desconcentración poblacional, por lo que
las ciudades y sus áreas metropolitanas han crecido en forma
gigantesca y sin ninguna planificación, mermando la calidad de vida, y para
colmo, tampoco acometieron el plan
ferrocarrilero nacional que diseñó Chávez; sólo se ha construido una piche línea entre
Cúa y Caracas, por lo que todo el transporte
de mercancías y personas se hace en vehículos automotores, en un país de más de 900.000 km2 (!). ESO SÍ
QUE ES UN DERROCHE, PRODUCTO DE LA INCAPACIDAD DE UNOS CUANTOS INEPTOS…!
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