miércoles, 25 de septiembre de 2013

Vacaciones en crisis y con mimosas

En el aeropuerto no cabía un alfiler durante los tres últimos tres meses. La tranquilidad isleña se convirtió en bululú caraqueño. Camionetas, miles de camionetotas equipadas como para correr el Dakar, hacían su propio rally de Playa El Agua al Sambil. Decían los medios locales que la
temporada era muy mala, que la crisis, que el desabastecimiento, que el dólar y la calle contradiciéndolos. Tres meses de turistas en crisis que vividos en carne propia parecen haber sido una eternidad.
A los turistas se les reconoce por muchas cosas, pero en el comunismo margariteño es fácil detectarlos porque toda la ropa que llevan es de estreno. Huelen a tienda. Uniformados con el logotipo de moda, papá, mamá y muchachitos. Sus pies calzados con Crocs de colorines, nuevecitos. Cada quien con su bolsero. Hasta el bebé en su cochecito lleva bolsas. La crisis.
Se encuentran con unos amigos cargados de paquetes de papel toliet. ¿Dónde, dónde? -Suplica mamá. Muérete que en todos los supermercados, al parecer en la isla nunca ha faltado... ¿Será que no se limpian?. Pues, ese no es mi problema sino mi ganancia, -dice la madre resuelta- ¡Operación papel toilet! Y lo compraron todo. Yo vi a un señor cargando su camioneta con 16 paquetes, 256 rollitos y atrás venían su esposa y cuñada con otro tanto. Pero ¿y dónde metemos el whisky?
¡No hay 18 años! Así que ni siquiera un buen whisky se puede tomar uno en esta vaina. -Vocifera un señor en el bodegón- Y solo te venden tres botellas por persona -le dice una señora que llevaba una montaña de Toblerones y Nutellas en su carrito. El turista en crisis llama a su esposa desde su iPhone 5: Marina, vente con los niños ya. Operación papel toilet pero ahora con el whisky.
En un beach lounge de Playa El Agua, escapan de la horrenda realidad bebiendo mimosas en copitas plásticas que de lejos paracen de cristal. Champán para la crisis. Y una bandeja ibérica, ¡con ese calorón!. Un día perfecto de playa, cielo clarito, olitas juguetonas, mimosa, jamón... Evasión perfecta hasta que les pasan la cuenta: ocho mimosas, seis 18 años, dos bandejas ibéricas y los dos rollos de papel toilet que la señora se llevó del baño.
Con su crisis vinieron, con su crisis se fueron, dejándonos en la isla sin un rollito de papel.

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