domingo, 1 de mayo de 2011

La ácida columna......

LA  COLUMNácida                                                                    Manuel  Rugeles  A.

Sé que a partir de la semana que concluyó, tercera semana del mes de Abril, tendré que cuidarme un poco más de como lo hago regularmente. Porque desde mi país, un gobierno al que he apoyado desde que se montó en el 98, ha deportado a Colombia a un ciudadano de nacionalidad sueca, por delitos que yo mismo (también) he venido cometiendo, sobre todo a través del portal  www.aporrea.org  desde el 2002  (año de su fundación) e igualmente a través de esta ventana de papel, desde hace más de cinco años, apoyando a ese ejército de liberación nacional llamado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el que por cierto ha sido el ÚNICO que públicamente ha anunciado (aunque sospecho que otro ejército también lo hará) que vendrá, como Movimiento Bolivariano aliado, a defender a nuestra revolución en el caso  -cada vez más cercano en el tiempo-,  de una agresión imperial. Acabo de recordar  -además-  que a pesar de ser venezolano de nacionalidad, mi abuelo materno era de origen colombiano,  de por allá de Santander (del sur),  para más riesgo…

¡ ENTREGUEN   MACKLED  DE  UNA  BUENA  VEZ !
El miedo, como dicen, es libre.  Las “explicaciones” (estratégicas, güevónicas, pendéjicas y jalaboléricas) sobre la deportación del colega Joaquín Pérez Becerra, han abundado, exculpando al ejecutivo venezolano por el absurdo cometido. Y parecieran brillar en el horizonte, cuando uno mira hacia Bogotá, los destellos que brotan de la “joya” del Mackled,  Frankenstein enano creado por funcionarios “de confianza” del gobierno (en el que no queremos dejar de creer),  que hacen guiños atemorizantes, atizando el chantaje de una posible precipitación de la invasión que vendrá,  al igual que de una posible, factible y creíble, incriminación que también llegará, para juzgar a quienes consideren “responsables” de nuestra revolución. Lo que me parece estúpido en demasía, es que piensen que una lacra como la que tienen retenida en Bogotá, va a detener o simplemente retrasar la invasión,  la que  -por cierto-  está más que diseñada, planificada, saboreada y en “stand by”, esperando el momento oportuno para el zarpazo, de manera que pueda rendirle votos a los Republicanos o a los Demócratas gringos (quienes en el fondo son lo mismo, pero “con diferente cachimba  -como decimos por aquí-, a la usanza de los Liberales y los Conservadores en Colombia, o a los contoneos de los Adecos y los Copeyanos en Venezuela).  La invasión  -ya planificada-,  sólo espera por el momento oportuno  -repito-  el cual no parece estar a la vuelta de la esquina (aun cuando allí espera), mientras no aflojen los encontronazos en África del norte,  terminen de convertir en polígono de tiro a Libia y decidan salir (como lo harán tarde o temprano) derrotados de Afganistán.  Para ella no hace falta Mackled. Olvídense de esa patraña. Ya suficientemente han descalificado a nuestra Revolución y a su máximo culpable, Chávez. Y si no lo creen, hagan encuestas fuera de Venezuela. Y revisen el 90 % de los periódicos del planeta…

POBRE  JOAQUÍN
Con este patriota, nórdico de origen colombiano, ya son dos los Joaquines a quienes les han robado el mes de Abril: Sabina y Pérez. Jamás imaginó Joaquín Pérez lo que le pasaría en nuestro país, porque lo había visitado en anteriores oportunidades. Y,  a pesar de lo que reza en nuestra Constitución  -que con hechos como éste parece diluirse como las anteriores, al convertirse en letra hueca-,  no se le otorgó ninguna bondad procesal, ni se revisó su caso, ni se respetó que fuese un asilado político, ni importó que fuese un sobreviviente del holocausto colombiano. Se le despachó como a cualquier narco y,  para colmo,  en nuestros propios medios (oficiales) se le acusó de “terrorista”. O sea que dentro de esta guerra que vivimos minuto a minuto, donde pesa tanto y más, lo mediático, no sólo lo entregamos a quienes lo buscaron para matarlo (porque alrededor de 4.000 muertos de la Unión Patriótica como que parece pocos todavía), no sólo lo pusimos en manos del segundo gobierno más terrorista y criminal de nuestro continente, después del gobierno de los Estados Unidos, sino que para contribuir más aún a su indefensión, nos convertimos en  “loros”, repitiendo el “alegre” expediente imperial, de etiquetarlo como “terrorista”.  Y en términos de guerra de cuarta generación,  de la cual venimos hablando,  también le hemos dado un golpe bajo a una Agencia  -más que patriótica- de Noticias, que opera desde Suecia, y la que a pesar de su dimensión y su lejanía, se ha convertido en la gran piedra en el zapato del gigante conglomerado colombiano de medios de comunicación privado (sobre todo privado de escrúpulos), que mantiene a buena parte de este país -y al mundo entero-, burundangueado a punta de mentiras de todos los tamaños.  

LOS  OJALÁS …
OJALÁ  que el gobierno sueco logre rápidamente la liberación de Joaquín Pérez Becerra, así como el gobierno francés en su momento, logró la liberación de Rodrigo Granda, a quien un comando colombiano vino y secuestró en nuestro propio suelo, al enterarse de que este camarada se encontraba negociando conjuntamente con el ejecutivo francés, la liberación de la ciudadana de nacionalidad francesa, pero de origen colombiano, Ingrid Betancourt Pulecio.  OJALÁ  que mientras lo liberan, Joaquín Pérez Becerra no se convierta en pasto de los cancerberos torturadores del ejército colombiano, ahora bajo las órdenes directas de comandantes estadounidenses, quienes desde el pasado gobierno de G.W. Bush, tienen el “visto bueno” para torturar, limpiándose el que te conté con la 5ª. Enmienda de la Constitución norteamericana.  OJALÁ  que no le quiten la vida, porque ahí sí que vamos a quedar como una verdadera basura de gobierno revolucionario, ante el mundo. OJALÁ  que frente a tanto reclamo, a tanta indignación recogida y multiplicada (tanto nacional como internacionalmente de ese pequeño pero selecto mundo, formado por aquellos que el mismo Chávez llama  -y cita a cada instante-  lo más elaborado y perfecto de la especie humana, como lo son  -somos-  los Revolucionarios), no vuelvan a repetirse hechos tan lamentables como lo sucedido con el colega Pérez Becerra.  Y  OJALÁ  que en un futuro cercano, los hermanos colombianos luchadores sociales que lastimosamente también han sido entregados, en esta especie de orgía complaciente con el fascismo imperial, puedan caminar libremente por las alamedas de las cuales nos habló premonitoramente el también poeta y combatiente mártir, Salvador Allende.

NUNCA  HE  SIDO CÓMPLICE
Dejo oir mi voz con arrechera,  porque además de las “diferencias” que con “mi” gobierno he mantenido,  por tanta postración y complacencia religiosa, frente a la solicitud urgente y aparentemente hueca, de que vayamos hacia el socialismo, que para mí no puede ser otro que el que se apellida “científico”,  ahora se comete este grave error, el cual quieren “justificarnos” con decenas de explicaciones. Y digo como Martí:  "Quien asiste en silencio ante un crimen,  es cómplice…".

LA  GRAN  BODA   LA  ENORME  ARRECHERA
En Inglaterra, Meca primigenia del Capitalismo, donde las cosas van de mal en peor y surgen protestas cada semana por la disminución de puestos de trabajo, la reducción de salarios, el encarecimiento de las matrículas de estudios y la desaparición gradual de las becas estudiantiles  -entre otras calamidades-,  la molestia es creciente. Desde que se produjo la estrambótica boda de William (el príncipe de adorno) y Katherine (la plebeya que se sacó el Kino), no han parado los medios de mostrarnos una y otra vez el dispendio, que no ha sido sólo de dinero, sino también de habladera a diestra y siniestra, de pendejadas sin sentido, en torno a este evento que ha servido para “tapar” en buena parte la crisis económica que vive esta otrora potencia imperial.  Lo que ha “movido” económicamente esta boda real,  no compensa el malestar general de la clase trabajadora inglesa.  Se ha estimado que el costo de esta celebración rebasa fácilmente los 60 millones de dólares, sin contar con los gastos de “seguridad” que llevan los montos a unos cercanos 90 millones de dólares, los cuales comprometen aún más a esa potencia, resquebrajada por la crisis mundial del Capitalismo, ya que los gastos que han tenido que destinar para la agresión a Libia, van también en aumento. Desde la cadena BBC (radio y TV) revelaron que cada cohete lanzado por Gran Bretaña tiene un costo 700 mil dólares, mientras que cada salida de un avión de combate Tornado se sitúa en unos 40 mil dólares, sumado a que cada misil lanzado desde el submarino inglés Trafalgar, cuesta unos 919.000 euros. Epa! Pásame ahí dos libras para comprarme unos condones de recuerdo, con la foto de William y Kate…!

CON  MI  PRINCESA  NO  TE  METAS
Cuando visité ese país me sorprendió la peculiar contradicción de que los ingleses  -en general-,  hablan pestes de la familia real,  de la reina y de lo que significa mantener a este tipo de parásitos a punta de impuestos y otras restricciones económicas. Me imagino que por estos tiempos  -de cobija que no alcanza-,  estas habladurías habrán aumentado.  Pero lo contradictorio es que este tipo de  críticas son un “deporte” que se arrogan con exclusividad los ingleses,  y les molesta enormemente cuando los dardos hacia la familia real o hacia su odiada y adorada reina Elízabeth, son lanzados por algún extranjero (foreigner).  Sin embargo este tipo de eventos atrae a muchos pendejos -propios y extraños-, que creen todavía en los cuentos de hadas de la nobleza europea. Y las agencias de noticias internacionales, que siempre andan buscando pretextos para banalizar el cúmulo de noticias desgraciadas que, en muchos casos, ellas mismas propician con sus manipulaciones, se han dado banquete con la fulana boda, que por razones de inercia (o de conjuro maléfico) acabará trastocadamente,  ya que en el caso específico de esta familia real, las cosas -en el pasado cercano-, no sucedieron como en los cuentos de hadas…, ya que la bella princesa (Diana)  murió  -y no hubo beso que la despertara-,  y la bruja (Camila)  se quedó con el príncipe (Carlos), convirtiéndose en la disfuncional madrastra de quien ahora acaba de casarse,  con el augurio de llegar  -algún día-  a ser rey de Inglaterra…

LA MENTIRA DE MÁS DE UN MILLÓN
Rafid Ahmed Alwan al-Janabi, el ciudadano iraquí que Estados Unidos presentó como el confidente “digno de todo crédito”, quien confirmó la existencia de armas de destrucción masiva en su país, lo cual dio el pretexto para la agresión militar a Irak en 2005, declaró ahora  -seis años después-, que todo aquello fue pura fantasía inventada por él, para perjudicar a Saddam Hussein, “porque le tenía arrechera”…!  Este es el “Mackled” de Iraq. La invasión justificada por el testimonio falaz de este maldito gusano, ha dejado un saldo de no menos de un millón de iraquíes muertos, cuatro millones de desplazados, un país destruido casi en su totalidad, más de 5.000 soldados estadounidenses muertos y más de 40 mil heridos y mutilados. A este genocidio podemos sumarle diez años de mentiras sobre supuestas conexiones de Irak con Al Qaeda y de propaganda estadounidense a favor de una "guerra contra el terror" que está costando un número incalculable de vidas en Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia y otras naciones. Y también de suicidios y homicidios en Estados Unidos, como productos derivados de las diversas sicopatías con las cuales regresan aquellos que mataron y no resultaron matados.

Y  HABLANDO  DE  TRAICIONES
La cuenta regresiva contra nuestro país ya comenzó. Venezuela se ha convertido en la  “Joya de la Corona” para el Imperio, y para Obama, que quiere repetir (como ya lo ha anunciado) en el próximo cuatrienio presidencial. La campaña en contra de nuestro gobierno, de nuestra República Bolivariana y de Chávez, se ha desatado ferozmente. Nos acusarán de cuanto se les ocurra nuevo, y de lo que nos vienen acusando mendazmente desde hace ya un buen tiempo. Los medios de la derecha y la ultraderecha (o sea, casi todos los que funcionan en Venezuela) ya comenzaron a cumplir su cometido  -tanto aquí como en los EEUU y Europa- en ese sentido, fijando sus miras en las próximas elecciones presidenciales. A fin de cuentas, los apátridas y pro-yanquis se sienten parte del “ser” policías del mundo. Ya tienen días diciendo, por ejemplo, que el proceso chavista está inspirado en el Libro Verde de Ghaddafi. Ligando por supuesto, que la rebelión en contra del coronel libio triunfe, para luego instigar una revuelta parecida en nuestro país. Parecida, es decir inventada, es decir intentada por una minoría, que logra apoyo imperial, por tanto de la OTAN, por tanto de la ONU… Los que adversan a Chávez, bien saben que será difícil derrotarlo en elecciones abiertas y transparentes. Por ello recurrirán de nuevo al apoyo de la CÍA, del Departamento de Estado de EEUU, del Imperio mesmo, para aplicar este nuevo formato de disturbios y “rebeliones”, como las aplicadas en el norte del África, que hoy pretenden compensar con el derrocamiento por la fuerza, de Ghaddafi, la pérdida del control en países como Egipto, o Túnez, o Yemen o Sudán.

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