lunes, 13 de enero de 2014

Noticias sobre la violencia criminal para uso de antichavistas estafados



                   
                 

Estimado (bueno, casi) antichavista sin militancia partidista:  a ti te están engañando.  Tú eres un pobre estafado.  Los estafadores son otros.  Tú eres una parte del país,  un sector que merece atención (quizá también un poco de lástima,  pero sí,  hay que atenderte),  y  otro sector algo distinto es ese donde pergeñan quienes que te manipulan para que creas que las avionetas son hijas de los aviones,  que la luna es pan de horno,  que machete de burro es trompeta,  que si tú sumas muy rápido entonces te da más,  y que,  si Capriles fuera presidente no habría tantos muertos  (pregúntale si lo ves por ahí,  por qué cree él que  18 por ciento  de los crímenes violentos ocurridos en Venezuela  tienen lugar en el estado Miranda).

Antes quiero estar de acuerdo contigo en algo:  es imposible dejar de politizar el tema de la violencia criminal, porque la violencia es un asunto político. Te llegarán irresponsables a decir  que es mentira que en este país maten gente,  y  otros,  más irresponsables aún,  a decir que sólo cambiando de gobierno o de presidente se acabará la violencia.

Vuelve a leer las líneas finales del párrafo anterior.

Ahora quiero darte la razón:  todo eso que dices sobre la violencia criminal es verdad: ese diagnóstico sobre lo fea que está la calle es cierto, en buena parte.  Primera noticia al respecto:  el capitalismo está en descomposición en todo el mundo y en ese proceso de deterioro nos está llevando por los cachos a todos.  No le creas a nadie cuando te diga que eso es culpa del socialismo  (porque el socialismo no existe aquí ni en ninguna parte)  y  mucho menos cuando te digan que en otros países no hay violencia criminal. El único país que casi logra ese estado de cero violencia se llama Cuba,  y  sin embargo también hay crimen  (tal vez no hay más  porque allí no proliferan las armas,  y  ese sí que es un logro de la Revolución).
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Breve paréntesis:  ‘no es la “inseguridad”, imbécil: es la violencia criminal’.  Lo de imbécil no fue contigo.  O bueno,  sí lo fue;  no he venido aquí a caerte simpático ni a seguir estafándote sino a gritarte unas mierdas que deberías saber si quieres seguir batiéndote una de experto en criminalidad  (hay taaanto  güevonote  firmando  como  tal  en  tuiter  y  féisbuc).

Mira.  Si tan sólo fuera una cuestión de semántica sería tan fácil volverlos mierda,  a ti y a tus queridos estafadores.  Los medios de la derecha han impuesto  (y del lado del chavismo mucha gente les ha aceptado la mercancía)  la idea de que  “el principal problema de los venezolanos es la inseguridad”.  Burros de universidad en su mayoría,  ni se percatan del detalle,  dato  o  explicación más vieja  y  cansina:  la inseguridad es,  en buena medida,  una sensación colectiva adquirida  mediante  (y a causa de…) el consumo irreflexivo de medios  y  noticias.

Dije consumo,  sí,  porque en este sistema la noticia ha dejado de ser resultado de la exploración  y  búsqueda de verdades,  para convertirse en mercancía:  se compra  y  se vende lo que te exalta  y  conmociona,  no lo que te quita el miedo.  La tranquilidad no vende;  los medios necesitan mucha inseguridad para estar en el tapete,  y para minar el prestigio  y  la imagen del sujeto a quien se quiere sacar de Miraflores.

Volvemos al tema  “inseguridad”.  Si a ti te bombardean 24 horas al día con la advertencia:  “Si sales a la calle te van a matar,  te van a secuestrar,  te van a robar,  te van a violar”,  y  de pronto aparece un encuestador  y  te pregunta: “¿Cuál es tu mayor preocupación?”,  pues de bolas que sabemos qué vas a responder:  los medios te han convertido en un sujeto  IN-SE-GU-RO.  Los medios te han saturado de una información según la cual en Venezuela es imposible sobrevivir  y  a nadie  o  a muy poca gente  le gusta estar muerta.

Según la derecha antichavista (y según casi todo el mundo en este país, según parece)  el problema no es el crimen violento  o  la violencia criminal, sino LA INSEGURIDAD:  el efecto o sensación colectiva que el crimen provoca en los ciudadanos,  y  que los medios se encargan de potenciar cuando les da la gana.
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Otra noticia:  la violencia criminal no se combate con policía.  Nuestra historia reciente lo ha demostrado.  Cuando crearon ese poco de policías municipales  (década de los 90)  el crimen violento se disparó:  más policías,  más crímenes:  esa fue la ecuación en los años 90.  ¿ Cuál creo que es la solución ? No quiero proponer ninguna salida a título personal,  porque resolver este asunto de las muertes violentas no es tarea ni potestad de una sola persona, así que más bien va una recomendación:  date una pasadita por las comunidades de  La Cañada  y  La Piedrita  (en el 23 de Enero),   y  Las Casitas (en La Vega).

En esos lugares la comunidad organizada logró en algún momento erradicar la delincuencia a Cero. Eso que llaman “democracia participativa y protagónica” consiste en eso:  en no esconderse en la casa a esperar que venga el Gobierno a matar a los malandros  o  a meterlos presos,  sino en trabajar con la familia  y  los vecinos para evitar que en la comunidad prolifere la violencia.  Que los chamos  -en vez de malandrear-  hagan cosas productivas.  Erradicar el crimen violento es tarea nuestra, de nosotros los ciudadanos,  pensemos como pensemos,  no de Nicolás Maduro ni de ningún policía,  empresario,  gobernador  o  alcalde.
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Hijo:  tú,  en tu calidad de estafado de una clase política  y  social,   que quiere usarte para tener más poder que el que tiene,  has sido forzado a pertenecer a un vergonzoso  y  triste sector:  el sector que cree que antes de la era chavista no había problemas en Venezuela.  Debería serte fácil detectar la enorme hipocresía,  la manipulación a gran escala por parte de los grupos de poder que quieren derrocar al Gobierno  (en eso andan desde que empezó el siglo)  contenida en este metamensaje sucio,  rastrero,  maldito,  hijo de la gran puta, y NAZI:  “si los empresarios gobernaran Venezuela no habrían matado a tantas personas”.  O  peor:  “Vota por nuestro empresario  y  se terminará la violencia criminal”.

Perdona que te insista tanto en esto,  pero como sé que tienes la memoria corta  o  tal vez secuestrada por los criminales que te manipulan,  no me queda otra:  regresa, por favor, a las últimas líneas del primer párrafo,  esas que van entre paréntesis,  y  después vienes acá otra vez para seguir contándote unas cosas que no sabes,  que se te olvidaron  o  a las que no te da la gana de prestarles atención.

Ve:  el año más violento del siglo 20 fue 1994.  La década en que se fundaron todas las policías municipales del país,  hubo más muertos por acción del hampa que en toda la historia venezolana:  de casi 2 mil homicidios ocurridos en 1989  (sin contar los 3 mil que mató la  “democracia”  puntofijista  durante el sacudón llamado El Caracazo),  subimos  a  casi 5.000  en  1994.  La respuesta a eso que ustedes están pensando es esta:  SÍ,  ahora hay más muertos.  Y la explicación es esta:  hay más muertos  porque hay más habitantes,  no porque haya menos policías  o  porque los chavistas anden asesinando a la  “gente decente”.  En los años 90 la población subió de  16  a  21 millones de habitantes,  y  en los últimos 12 años subió de 21  a  29 millones.

Por cierto en esos mediados de la década de los 90 yo andaba por las cárceles entrevistando a jóvenes asesinos para escarbar en sus motivaciones, y lo que encontré fue esto:  soy violento  y  coñoemadre  porque los cuerpos policiales  son coñoemadres  y  violentos con nosotros  (los de su misma clase).  Esta clave es dramática pero tienes que aprender a leerla,  porque es muy fácil decir  “Ahí está la verga,  los pobres son tan violentos  y  dañados que se matan entre ellos”.

La noticia correcta es:  las clases dominantes han sido tan perversas,  y eficientes en su perversidad,  que les giraron esta instrucción a los cuerpos policiales,  sin decírselo con palabras:  “Cuando veas a un negro como tú,  pobre como tú,  malvestido  y  mal hablado como tú,  JÓDELO…   porque es un delincuente  COMO TÚ.  Todos somos pobres  y  profundamente jodidos por el sistema,  pero hay unos pobres estafados,  engañados,  manipulados,  que creen que apoyando a su enemigo histórico,  ese que nos empujó a detestarnos por no parecernos a ellos  (los empresarios  y  sifrinos “exitosos”) entonces a los pobres nos va a ir mejor.  ¿ Te sentiste aludido ?  Ah,  coño, qué de pinga.  Esa  es  la  idea…

Epílogo,  para que te siga quedando claro:  en este país hay un montón de  sifrinos  mamagüevos  que siempre nos tuvieron asco  y  miedo  y  arrechera a los pobres,  y  ahora dicen  (¡ y hasta se lo creen !)  que andan adoloridísimos  porque hay violencia criminal  (“inseguridad”,  dicen los malditos ignorantes).  En el tema del crimen violento pudiera valer la pena discutir sobre métodos  y  estrategias,  pero la preocupación del empresariado  y  la clase media no es la vida de nadie,  sino culpar al único gobierno de la historia venezolana que se ha propuesto construir algo distinto al capitalismo,  de  y  desde las llagas  del capitalismo.

Así que mejor no discutamos un coño:  mejor ustedes váyanse a llorar a sus sifrinos famosos asesinados,  que son los únicos que les importan,  y  nosotros seguiremos llorando a nuestra gente pobre,  que sí nos importa  porque  a  ella  le  pertenecemos.

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