jueves, 13 de febrero de 2014

PARA LOS QUE GUSTAN DEL FUTBOL (Y COMO ESTE DEPORTE SE HA CONVERTIDO EN EL NUEVO OPIO DE LOS PUEBLOS), LEAN ESTE ENFOQUE ‘DEPORTIVO’ DEL ASUNTO…


Vamos a imaginar que estamos presenciando una competición deportiva. Una larga serie final que está durando años o mejor aún, uno de esos campeonatos de futbol europeos dominados por dos súper-equipos.

Hace ya un par de décadas un súper crack surge de la cantera llanera y se hace con el medio campo creativo de su equipo, algo así como un Messi o un Maradona o un Pelé de la política. Provoca un revulsivo en su equipo que empieza a ganar un partido tras otro terminando por dominar el campeonato de ese año por amplio margen.

El equipo adversario se emplea entonces a desarrollar una estrategia súper ofensiva, pero evidentemente han subestimado al adversario o sobrestimado sus propias fuerzas porque el equipo campeón les da una paliza tras otra jugando al contragolpe:

El golpe de estado fracasado termina con la perdida de la legitimidad
democrática de la oposición y le entrega un control monopólico del
ejército al Gobierno.

El paro petrolero fracasado le entrega al Gobierno el control absoluto de la renta petrolera.

El referéndum revocatorio fracasado le da una legitimidad democrática al Gobierno que nunca había tenido hasta entonces.

La Guarimba fracasada, la plaza Altamira fracasada, muestran a los
chavistas que la oposición no se asusta al usar el terrorismo como arma política.

Hay entonces un cambio aparente en la dirección técnica del equipo
oposicionista que decide imitar la estrategia del adversario, y no, no me refiero a un cambio del líder aparente de la oposición.

Con la nueva táctica, el equipo oposicionista comienza a recortar puntos en la tabla de posiciones. Ganan un buen número de partidos; cierto no son todavía líderes de la tabla pero se acercan.

De manera razonable, el desconocido manager que maneja al equipo
oposicionista desde la sombre afinca la nueva estrategia. Prometen que no habrá contrarrevolución, que las misiones se mantendrán, que no habrá cacería de brujas, hasta nacionalizar a los médicos cubanos prometieron. Yo no les creí, pero la nueva estrategia del defensiva de la oposición funcionó muy muy bien.

Funcionó tan, pero tan bien, que lograron el mejor resultado electoral contra Chávez de toda su historia; y eso que comparando a los jugadores estrellas de ambos equipos la diferencia era descomunal. En la segunda vuelta de la final no ganaron por puro milagro.

Yo llegué a pensar que tendría que resignarme a soportar un presidente escuálido en 3, o como mucho 6 años.

Repentinamente, la dirección técnica que tan bien lo estaba haciendo, cambio en una noche su estrategia. En vez de aceptar los resultados, felicitarse por el progreso y convocar a sus partidarios a una victoria segura a corto o mediano plazo, decidieron volver a la vieja y fracasada estrategia súper ofensiva y súper agresiva.

Otra vez se lanzaron a la ofensiva descerebrada, provocaron la muerte de una docena de compatriotas, asesinaron a dos niños, convirtieron una municipales en referéndum revocatorio, la guerra económica, el relanzamiento de la violencia delictiva, el sabotaje eléctrico.

El resultado no se hizo esperar, el equipo favorito perdió de nuevo por paliza tras un espectacular contragolpe del equipo de Gobierno. El Gobierno recuperó por completo y de manera absoluta su legitimidad Democrática.

Y ahora este horror vergonzoso que estamos presenciando, violencia y muerte aparentemente estériles. Nadie parece saber qué demonios esta haciendo la oposición. La oposición muestra sin vergüenza su cara más violenta y criminal. ¿Qué autoridad moral tienen ahora para criticar a un delincuente?

Nada raro tendría que el Gobierno lograra ventajas adicionales después de lo que en este momento parece una nueva guarimba fracasada.

¿Que carajos están haciendo? ..me pregunto yo de nuevo…

Me dirán que el liderazgo oposicionista no es precisamente un ejemplo de claridad intelectual y sutil astucia; pero es que yo sé que los Capriles, los López, los Corina no son los managers del equipo; son jugadores titulares del equipo oposicionista, cierto, pero no son ellos los que deciden la estrategia del equipo.

Así es que yo ahora me empiezo a preguntar. ¿Será que hay alguien que no quiere una victoria electoral de la oposicion? Sera que el entrenador que tan exitoso se mostró, fue despedido justamente por casi ganar el campeonato ?

¿ Sera que los dueños del equipo, quienes manejan los hilos en la oposición sólo aceptan una dictadura ?

Después de todo, Allende ganó su elección con menos del 50 % del voto popular, los allendistas nunca fueron mayoría en Chile. La oposición solo tenía que presentar una candidatura unitaria y habría ganado sin problemas las siguientes elecciones presidenciales. El Gobierno USA tenía que dar una durísima lección a los chilenos y al resto de los latinoamericanos por su osadía, no podía esperar, tenía que masacrar, torturar y desaparecer, ya.

¿ Será por eso que la oposición se sabotea a sí misma cuando le está yendo bien ?

Julio Florez López

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