sábado, 8 de marzo de 2014

Violencia y diálogo



MUCHOS FACTORES han influido en lo que ocurre en el Táchira, pero todo indica que uno de ellos es la acción deliberada del expresidente Álvaro Uribe, que se habría involucrado directamente en la política venezolana, con logística, hombres y recursos. Sus métodos y maneras se observan en lo que ocurre en el estado fronterizo. Nada se gana ocultando esa realidad.

Desde la Sala Situacional
En la coyuntura actual, el diálogo es un instrumento útil para desactivar los elementos de la situación que pueda hacerla explotar. A mediano y largo plazo, puede operar en la construcción de valores y creencias compartidas, en un cuadro caracterizado por una puja visible entre intereses de clase distintos y visiones ideológicas diferentes.
GEOPOLÍTICA
La situación inmediata, que debe ser desactivada, tiene varios componentes. Uno de ellos es de carácter geopolítico, es decir, la disposición a actuar, por parte de factores de poder internacional, para que Venezuela se reintegre al dispositivo geopolítico estadounidense, por lo que promueven una suerte de “primavera” o “revolución de colores”.
VIOLENCIA
Otro factor que confluye a crear el actual cuadro, es la decisión de un sector de la oposición de impulsar la salida forzada del Presidente de Miraflores (“Maduro vete ya”). A esto se le agrega la utilización de formas de lucha que incluyen no sólo manifestaciones pacíficas, sino también métodos violentos de baja y mediana intensidad.
ECONOMÍA
Todas estas estrategias se articulan con el severo cuadro de dificultades económicas por las que atraviesa el país. Este fondo está allí. A lo que se le añade la incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para mejorar las variables económicas. El caldo de cultivo perfecto para que se produzcan estremecimientos sociales. Medidas recientes, como la disminución del cupo Cadivi, afectaron directamente a los jóvenes de las capas medias. Pero la inflación y la escasez pudieran estimular el malestar en los sectores populares.
DIÁLOGO
Un proceso de diálogo debe abordar la situación en su conjunto. Desbrozar las causas socioeconómicas. Neutralizar la estrategia de las “primaveras”. Acelerar los correctivos en económicos, concretar entendimientos con el sector empresarial productivo y normalizar la participación de la oposición moderada en la vida política nacional.
El Socialismo en la Historia
Olof Palme
Murió al salir del cine, dicen que por el clima de Estocolmo, el faro de los países nórdicos. Del clima, sí, pero del clima político que se vivía en Suecia en febrero de 1986. Dos tiros le dieron por la espalda. Andaba con su esposa, sin escoltas, como un ciudadano cualquiera. En principio, la hipótesis de un acto conspirativo fue descartada. No había sido ni el Apartheid, ni Pinochet ni la CIA. Simplemente, un drogadicto, aunque luego el acusado fue absuelto por falta de pruebas.
Pero lo que es innegable, sin mayores pesquisas, es que la atmósfera política del momento era tensa, hosca e instigadora. En efecto, Olof Palme (1927-1986) no era un socialdemócrata cualquiera. En plena Guerra Fría, como Primer Ministro, se opone con firmeza a la invasión de Vietnam y al racismo sudafricano, condena la ocupación de Checoeslovaquia y sostiene a Allende y al sandinismo. Rompe así con la política de neutralidad y asilamiento de sus predecesores. En 1968 expresó: "La democracia es una forma de gobierno que exige mucho. Exige respeto a los demás. No se puede imponer desde fuera una forma de gobierno a una nación. El pueblo tiene que tener derecho a conformar su futuro según su propio criterio. Por eso, la democracia presupone soberanía nacional”.
En el plano interno sus posiciones también generaban suspicacia en la ultra derecha sueca, por su oposición al neoliberalismo que en la década de los ochenta impulsaban Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y por su enérgica disposición a mantener el Estado de Bienestar.
Tal vez nunca se conozca quién mató a Palmer, pero lo que no se ha podido ahogar es la esencia de su mensaje: “La democracia exige justicia. No se puede ganar a un pueblo llenando los bolsillos de los ricos mientras se empuja a los pobres a una miseria cada vez más grande”. Ni con dos balas de una Magnum .357.
Enfoque
Flash Rojo
LA GERENCIA DE LA CRISIS que se dispara el 12 de febrero ha tenido fuertes fallas. Como se sabe, quienes propician las estrategias de violencia de calle buscan entablar un pulso frente a la opinión pública. Si el Gobierno no actúa, pierde. Si actúa con excesos, pierde todavía más. Este es el punto neurálgico. La única respuesta es el uso proporcional de la fuerza. Pero no siempre éste ha sido el caso.
A LOS PROBLEMAS SOCIALES como la criminalidad, y los relacionados con la escasez y el control de cambio, se le suman los que tienen que ver con la vida política nacional. En el parlamento no ha habido las aperturas necesarias. No se tomaron las medidas de gracia previstas con los presos. La ausencia de castigo para los banqueros y funcionarios de los veinte mil millones de dólares enrarece el clima ético. La descalificación verbal encrespa los ánimos. Tareas del diálogo político.
EN LOS ESTADOS FRONTERIZOS, como Táchira y Zulia, la situación se ha venido deteriorando desde hace tiempo. Mucha gente se ha hartado de la inacción frente a los grupos armados irregulares, la participación de militares en el contrabando de alimentos, el desabastecimiento. Ese desamparo es tan peligroso como el “uribismo”. Lo del Táchira amerita algo más que presencia militar. Asumir los errores. Un equipo político con credibilidad que dé la cara y dialogue.
Flash Negro
LOS PARTIDOS AD, COPEI, UNT Y PJ expresan en privado que están en desacuerdo con la línea de “la salida” y las tácticas de violencia de calle. Pero no han tomado una posición pública. Al parecer, en algunas de esas organizaciones las directivas están fraccionadas y muchos simpatizan con esa orientación política. Eso es lo que posiblemente dificulta la participación en el diálogo.
LAS ACCIONES DE violencia en las vías públicas pudieran “dar sus frutos” si el Gobierno no maneja correctamente los acontecimientos. Pero si al contrario, la violencia de la oposición causa daños excesivos a la ciudadanía y agresiones físicas a transeúntes, pudiera convertirse en un boomerang. Se trata, en una gran medida, de un asunto de percepciones. Por eso, los factores nacionales e internacionales involucrados le han brindado a “la salida” un fuerte soporte a través de los medios y del mundo del espectáculo.
MUCHOS FACTORES han influido en lo que ocurre en el Táchira, pero todo indica que uno de ellos es la acción deliberada del expresidente Álvaro Uribe, que se habría involucrado directamente en la política venezolana, con logística, hombres y recursos. Sus métodos y maneras se observan en lo que ocurre en el estado fronterizo. Nada se gana ocultando esa realidad.
LA OPOSICIÓN VIENE EXIGIENDO participación en las comisiones de la Asamblea. Pero ahora se va a desinar una comisión de la verdad proporcional y el partido Copei se niega. ¿Y entonces? elepuchi@gmail.com Colaboración especial para LatinPress®. LPs.

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