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| domingo, 02 de marzo de 2014 | |
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En este
laberinto en el que la derecha opositora ha convertido a las ciudades
tachirenses con la construcción de barricadas en urbanizaciones, calles y
avenidas, los violentos han colocado en las mismas, cartelones con este lema:
“somos gochos arrechos”, como si fueran héroes de una historia épica. Ellos
constituyen la continuación de los eternos y obcecados godos del Táchira de
siempre, que ayer votaron contra la Declaración de Independencia de 1811, que
se opusieron a los federales del General Zamora y que hoy combaten a la
revolución chavista, es decir, godos que siempre se han resistido al progreso
social y cultural. Pero la verdad sea dicha: gochos arrechos somos los miles de
chavistas y no chavistas que en el Táchira hemos resistido, pacíficamente, esta
barbarie laberíntica desatada desde el 12 de Febrero. Gochos arrechos somos
quienes hemos soportado, con la paciencia del Job bíblico, los desmanes e
insultos de una derecha racista que ha perdido el sentido de la realidad.
Gochos arrechos somos quienes rezamos ante el
Santo Cristo y el Nazareno de Achaguas para que los desalmados no sigan
hiriendo al Táchira amado. Gochos arrechos somos los que hemos cuidado y
abroquelado el camino pacífico de la revolución socialista en estas tierras de
Dios. Gochos arrechos somos los que estamos resistiendo y venciendo la cultura
de la guerra en el Táchira. Gochos arrechos somos quienes, como el griego
Ulises, hemos podido soportar, estoicamente, el canto provocador de las sirenas
de la muerte y destrucción de la derecha temeraria en el Táchira. Gochos
arrechos somos quienes hemos sabido resistir con firmeza y en paz las
pretensiones de la derecha revanchista de querer convertir al Táchira en un
territorio colombiano. Por eso, los verdaderos gochos arrechos están del lado
del campo democrático y revolucionario, aferrados a la paz, a la esperanza, a
la piedad y a la justicia.
El héroe de estas jornadas políticas que se
viven en el Táchira no es el hombre que se amuralla en la violencia de la
barricada y de la basura, sino la resistencia pacífica que han mantenido
imperturbable los hombres y mujeres de la revolución bolivariana. Allí está la
cantera más noble de los gochos arrechos que “aman, sufren y esperan”.
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