A quien pueda
interesar, pero principalmente al Ministro de Educación Superior, hago pública esta
denuncia de algo que, como la mayoría de
“las cosas”, anda mal por los lados del
Táchira.
Y se trata esta
vez, de un proyecto (de los tantos) que se le vino a la cabeza y le propuso al
país, el Comandante Chávez, enmarcado
dentro de lo que se dio en llamar “Universidades Politécnicas” regionales.
El caso que nos
ocupa hoy es el de la Universidad Politécnica “Manuela Sáenz”, ubicada en el
Municipio García de Hevia, en el Estado Táchira, y cuya ciudad-capital, donde
está asentada esta universidad es una pequeña población llamada “La Fría”,
donde -por cierto- hace bastante calor.
Lo que voy a
verter aquí, son denuncias que me hicieran algunos miembros de esa comunidad
educativa, y a quienes voy a proteger como fuentes informativas, por razones
que más de un lector podrá imaginar.
En primer lugar,
este proyecto de universidad, deriva de los llamados Institutos Universitarios
Tecnológicos (IUTs), los que -gracias al Comandante Chávez-, se convirtieron en ‘casas mayores’ de estudios
técnicos universitarios.
Ahora bien, a esta Universidad Politécnica “Manuela Sáenz”, de La Fría, deben ponerle el ojo y la
mano también, aquellas autoridades a las
que por razones administrativas, “revolucionarias”, y hasta éticas, les competa directa e indirectamente el asunto.
A esta
Universidad Politécnica de La Fría, por lo que he oído de boca de personas que
me sonaron bastante serias, le cayó la
plaga politiquera más dañina que a casa de estudios pudiera caerle. Y es que ha topado con la mala (malísima)
suerte de que se interesara en ella,
pero de modos muy cuestionables, el ciudadano alcalde de ese municipio
García de Hevia. Personaje bastante cuestionado, dentro de la fauna política
que aplasta persistentemente al Táchira revolucionario.
En gran parte
por culpa de este señor, quien milita en el PSUV, la universidad no funciona
como debería. Y suena como a colmo, que
a todo el cúmulo de marrullerías con las que se maneja como alcalde, le hayan
adjudicado y sumado como premio, el
‘control’ de esta casa de estudios, en
la que las bondades, pensadas por Chávez
cuando la creó, brillan por su ausencia.
Y como las
bondades una vez anunciadas, no aparecieron y la universidad viene de mal a
peor, se ha producido, desde su creación
-hace tres años y medio aproximadamente-
y hasta la fecha, la deserción de más de 400 estudiantes, y este fenómeno de abandono no se ha
detenido.
En líneas
generales, La Fría es una población cuasi rural, con alrededores completamente
rurales, dedicados básicamente a la agricultura y la ganadería, ocupaciones del sector primario que se han
venido abandonando gracias a la mala praxis,
alcahueteada por las vista gorda de las autoridades de la región, que a
punta de coimas lubrican esa visión, para
dedicarse a la extracción de combustibles y, ahora,
de alimentos, en su mayor parte subsidiados, hacia Colombia, país que de este municipio se encuentra ‘a pata de
mingo ‘…
Lo
cierto es que
esta universidad, a pesar de haber
contado alguna vez con presupuesto para desplegar una buena o
aceptable transportación de sus estudiantes, no la tiene. Tiene dos
unidades, un ‘Encava’ y un ‘Volkswagen’, que más tiempo pasan en el
taller que en las
rutas de servicio. Hace poco destinaron
un autobús grande, para que sirviera de transporte en la zona tanto a
la ‘Manuela Sáenz’, como a la UBV, la Unefa y a
beneficiarios de misiones educativas,
cuyo ‘servicio’ duró menos que flatulencia en hamaca. El autobús en
cuestión, ha desaparecido… En cambio, los autos de los “directivos”,
que son tres unidades (2 Nissan y 1
Mitsubishi), siempre funcionan, porque la partida “transporte”
está dedicada mayormente a la
atención de estos vehículos, que de nada
le sirven a la mayoría de la comunidad universitaria. Estos autos
‘de los directivos’ se utilizan -además-
frecuentemente para hacerle favores o ‘carreritas’
a personajes ajenos a la universidad.
Si hablamos del
comedor universitario, tratamos de otro de los graves problemas que arrastra la
universidad. Este funciona con problemas
-a pesar de contar con una partida
específica-, ya que se atrasan los pagos
a los miembros de una ‘cooperativa’ que tiene que comprar los insumos
alimentarios y poner su ‘arte’ de cocinar y servir, y para
atender a los estudiantes tiene asignado un galpón, destinado a servir de comedor (infraestructura),
y cuentan hasta con los cubiertos (tenedores,
cuchillos y cucharas), que les son suministrados por la universidad. Esta instancia es descuidada en su manejo,
pero me cuentan que quienes ostentan el poder en la universidad, distraen dineros
por medio de facturas falsas, referidas a eventos ficticios, y de esa forma
validan erogaciones que en nada tienen que ver con el ámbito universitario, lo
cual debería ser investigado exhaustivamente.
Como cuando -por ejemplo- visita la localidad un alto funcionario del
partido de gobierno (PSUV) y para atenderlo ‘a todo trapo’, se justifican gastos con dineros provenientes
de la partida alimentos o comedor universitario, con facturas de comidas en un restaurant
privado ubicado en el pueblo, que no se
corresponden con evento alguno.
Se han
dado
casos de visitas de altos funcionarios del PSUV, en las cuales se hacen
erogaciones altas para
darles de comer a los visitantes que vienen en función netamente
político-partidistas, y, a la par, el comedor estudiantil se
encuentra cerrado, paralizado, por no tener comida para ofrecerle a
los estudiantes.
La dotación de
los laboratorios de informática, que se
supone “es el fuerte” de esta universidad, es precaria. Cuentan con equipos
obsoletos y básicos que no contribuyen a la buena formación de los
estudiantes. Y lo peor es la “pena
ajena” que como venezolanos sentimos, cuando le escuchamos decir a un estudiante
extranjero, de esos que vinieron a Venezuela a aprovechar las bondades de la
revolución bolivariana, que ellos no saben qué le van a decir a su gente, a su
familia, etc., en África o en Centroamérica, porque de verdad es muy poco lo
que han podido aprender, y no se sienten bien formados como “ingenieros en informática”, ni podrán ir a competir o a
colaborar en sus países de origen, con
otros egresados similares o parecidos, de
otras escuelas del mundo…
En la
Universidad ‘Manuela Sáenz’ estudian alrededor de 14 estudiantes
extranjeros, algunos vinieron de Bolivia, otros de Centroamérica (Nicaragua,
Honduras…) y una de Gambia, África, una de las más afectadas… Dos de los
extranjeros lograron mudarse a la universidad politécnica de Carúpano, y tal
vez así salven su paso por el escalafón educativo superior.
Varios miembros
de esta comunidad han interpuesto quejas de lo más variadas por el sinnúmero de
incongruencias, malversación de fondos, mala utilización de los dineros y
aparentes corruptelas, como aquella que se produjo cuando se fue a dotar cuatro
laboratorios con máquinas nuevas, pero se atravesó un familiar muy cercano del
alcalde, encochinando el proyecto original de dotación. Me cuentan que un
profesor encargado del proyecto, indagó por unas computadoras en la empresa del
estado VIT, de primera calidad y nuevas, pero el rector se ‘molestó’ al
enterarse, puesto que éste conjuntamente con aquel familiar cercano al alcalde
ya habían negociado otras máquinas usadas y de peor configuración y calidad… El fulano familiar del alcalde no va por la
universidad ni a cobrar, puesto que el sueldo se lo depositan, pero cuando se trata de compras, como las de
las citadas máquinas, hace el esfuerzo
de ir… Y esa ‘mala maña’, de cobrar sin trabajar, la practica desde los tiempos en que la
institución se llamaba simplemente IUT. Por los lados de la universidad
imaginan que su ausencia ahora será definitiva, ya que acaba de inaugurar en la
localidad de La Fría, una gran discoteca, a manera de “centro educativo” en
paralelo, donde la materia principal será la ingestión alcohólica…
También
me
refieren que ‘existe’ -por fin- un Comité de Licitaciones para hacer
compras y
contrataciones. Y dicen que ‘por
fin’, porque en año y medio se
instalaron cinco comités distintos para las licitaciones (y aparentar
cumplir con la Ley), que no pudieron laborar como tales hasta que
finalmente
se instaló uno completamente del gusto
del ciudadano alcalde…
La universidad
no cuenta con aire acondicionado en sus aulas, a pesar de estar asentada en una de las zonas
más calientes del país. Tiene dos
plotters a los que no le dan uso, y no
cuenta con herramientas suficientes para las carreras de ingeniería que
supuestamente ofrecen. A los profesores
no les gusta ir a la universidad y algunos ‘dan clases a través de
Internet’, por lo que poco (o nada)
interactúan personalmente con sus alumnos…
En
varias
oportunidades, miembros de la comunidad han exigido que se le haga una
auditoría a fondo a la administración de la universidad, pero apenas han
venido
una sola vez y solamente a hacer como una especie de ‘saludo a la
bandera…’ Se han
puesto denuncias de lo mal que funciona la universidad a diversos
ministros de
educación (entre ellos a Pedro Calzadilla y al actual), y a Humberto
González, quien es el ‘ideólogo’ de las Universidades
Politécnicas en nuestro país; al
gobernador del estado Táchira y hasta a un viceministro de Ciencia y
Tecnología que vino, para acordar los
dineros aquellos para adquirir las nuevas computadoras, con los que
hicieron fiesta los allegados al
alcalde, para aparecerse con una compra
de equipos usados. Ya los de la
comunidad universitaria quieren hablar es con el Presidente de la
República, a ver si por fin le ‘paran bolas’ a tanto
desafuero, a tanta pérdida de dinero, de tiempo, de vergüenza, de
energías, de esfuerzos de gente que sí quiere hacer, pero son
acorralados y acosados para que ahuequen el lugar y se
marchen.
El
responsable
de Recursos Humanos fue colocado allí por el alcalde, quien tiene a la
universidad como un segundo
coto de poder, gracias a los enormes
volúmenes de dinero que le destinan a la universidad, que sobrepasan
los 40 millones de bolívares
fuertes al año, al sumar presupuestos y créditos adicionales. A los que
allí trabajan, si contravienen alguna ‘idea’ de la directiva que
controla el alcalde, les montan una ‘evaluación’ a manera de amenaza
y muchas veces, como mecanismo de salida forzosa del empleado.
Lo cierto es que
esa Universidad Politécnica Manuela Sáenz se convirtió en una verdadera paja,
gracias a los vericuetos y al manoseo de la política ‘barata’, que le sale costosísima no sólo a los
tachirenses, sino al país entero, cuando un proyecto hermoso como pudiera ser
éste, se transforma en tentáculo vicioso
de funcionarios apoyados por la mayor
miseria contrarrevolucionaria, sumándose
al cúmulo de calamidades que han provocado definitivamente la pérdida de
espacios políticos y geográficos en el Estado Táchira, para el avance del país.
A través de esta
‘ventana’ quiero sumarme al llamado angustioso de un grupo mayoritario de
estudiantes, empleados, obreros y dirigentes estudiantiles, que le hacen al
gobierno nacional, al ministerio de educación superior y a quien pueda dolerle,
para que intervengan este proyecto de Chávez, porque está herido de
muerte… La Universidad Politécnica
Manuela Sáenz, de la Fría, es la segunda más pequeña del país, pero de las 15
UPT, merece ser salvada…
Dejen la
alcahuetería con quienes mantienen mediatizada a esta importante casa de
estudios, porque ese tipo de comportamientos (denunciados aquí para que sean
investigados), sobre todo en el Estado
Táchira, es lo que viene obteniéndose
como “resultado” de la alcahuetería
regional, de los manejos dolosos y
absurdos por parte de una dirección política regional, y que se han traducido en la ruptura de un
costado del país, el más importante y
delicado de toda la nación, precisamente
en estos momentos cuando la patria está amenazada con proyectos de agresión
militar y paramilitar, similares a los
que el imperio ha impuesto en Libia, en Siria,
y antes en Irak y Afganistán,
y que gracias a tantas políticas
equivocadas y desarrolladas en esta región, cuentan con el apoyo de venezolanos
disociados, de venezolanos
confundidos, de ciudadanos
contratados, de delincuentes y de
mercenarios de toda laya… además de la
más feroz oposición de todo el país.
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