domingo, 7 de julio de 2013

Enfoque...

LatinPress.1.  06 al 13/07 2013. Venezuela. Leopoldo Puchi: Enfoque.
VENEZUELA
El modelo venezolano ha sido más audaz, ha ido más allá en lo económico y lo político, y por eso quizás pueda aguantar, por ejemplo, un aumento de la gasolina. Hay más debate político y, en alguna medida, mayores grados de organización popular. Pero son tan grandes las perversiones, las deficiencias y errores cometidos, que hay quienes han llegado a pensar que se debe parar la bicicleta
Flash  Rojo
SE HA SOLUCIONADO PARCIALMENTE la exigencia salarial de los profesores universitarios. Pero el problema de las universidades sigue latente. Claro, hay quienes quieren pescar en río revuelto, pero la demanda de fondo es justa. Se requiere un presupuesto para las actividades de investigación, un reconocimiento del rol de esas instituciones, recursos para actividades culturales, acceso a materiales de trabajo. La médula del desarrollo es el conocimiento.
SE TIENEN QUE ESPERAR hasta dos meses en muchas regiones del país para poder comprar una bombona de gas. Además, las venden con sobreprecio como consecuencia de la escasez. Una bombona de 10 kilos, cuyo valor regulado es de 3,70 bolívares, es ya una norma que sea vendida por 5 bolívares y se ha disparado hasta los 10 bolívares. No debe olvidar Pdvsa Gas que la atención a los sectores populares no es un asunto secundario, sino de primer orden.
EL PRESIDENTE SE HA COMPROMETIDO a luchar contra la corrupción. Tal vez la forma más práctica de evaluar ese compromiso es ir observando cómo se comporta con los funcionarios por él designados. Por el momento, ha habido un paso de avance con las detenciones de funcionarios de Indepabis, Ferrominera y el Seniat. Están pendientes el Sitme y Bandes. Maduro sabe que inflación y corrupción hacen un coctel explosivo.
Flash Negro
EL INFORME DEL INSTITUTO de Altos Estudios Europeos (IAEE) llama la atención porque es muy radical, con planteamientos que ni siquiera la MUD ha hecho, como la invalidación de las elecciones “porque Maduro no podía competir”. Prácticamente incita a la confrontación. Luce extraño. Pero al indagar de qué se trata, vemos que es una organización privada española-colombiana, financiada por capitales desconocidos y asociada a gente de la Universidad del Cauca, Universidad de Antioquia y Universidad de Pamplona. Tal vez esto explica su extremismo.
DE ACUERDO CON EDWARD SNOWDEN, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense está interceptando emails y llamadas en varios países. Posiblemente este sea el caso de los ciudadanos venezolanos. De ser así, estarían violando nuestras leyes, que garantizan la privacidad. Un acto ilícito a distancia, que no exime de responsabilidades. Por lo demás, la contratista para la que laboraba Snowden tiene su sucursal en Venezuela, en Parque Cristal.
EL SENTIDO COMÚN pudiera indicar que “tener Patria es tener dinero para ir al supermercado”, como ha señalado Henrique Capriles. Pero en realidad Patria es un concepto superior que va más allá del dinero. Ni se compra ni se vende. Quien pretenda ser presidente de la República no puede plantearse las cosas así. Otra hubiera sido decir que la gente tiene derecho, a la vez, de tener patria y un buen estándar de vida. Pero eso no fue lo que dijo.
Desde La Sala Situacional
Lecciones de Brasil
Medidas impopulares casi siempre toman los gobiernos. Pero sólo en ciertas ocasiones generan ira, muchas veces contenida, o estallidos sociales. Ocurre así cuando son percibidas como un trato injusto o desigual, un embudo. Suntuosidad en contraste con privaciones. Es lo que viene de ocurrir en Brasil. Un modelo que colocó algunos puntos de sutura a las desigualdades, pero se quedó allí y olvidó que tenía que continuar avanzando. La fórmula liberalismo económico + programas sociales no funciona, en la vida real.
TECNOCRACIA
Quienes protestan en Brasil no piden liberación de precios, sino más subsidios sociales. El programa de “La bolsa familiar” y la expansión del consumo son vistos como insuficientes. Y, paradójicamente, en el país de los presupuestos municipales participativos, las instituciones democráticas tradicionales no han sido capaces de garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones en el ámbito nacional o de las grandes ciudades. Prevalece la despolitización. Las decisiones están secuestradas por los partidos y la tecnocracia. Dilma Roussef luce más como una gerente que como un líder político.
ESTADO DE BIENESTAR
Las demandas de la calle son de carácter socializante, a favor del Estado de bienestar, desde una perspectiva implícita opuesta al liberalismo económico. Se pide más intervención del Estado en la fijación de precios, comenzando por el transporte. Una mayor redistribución de la riqueza por la vía de la administración pública, en particular en las áreas de salud y educación. Nadie pide privatizaciones ni ponerle fin a las regulaciones del Estado, al contrario.
En lo político, el reclamo se dirige a la clase dirigente, la corrupción y a las limitaciones de la democracia representativa, Ni la existencia de un Congreso y del sufragio universal son suficientes para que la gente pueda ejercer control sobre las decisiones relacionadas con el gasto público y otros asuntos. El concepto de democracia participativa ha sido utilizado en Brasil sólo en espacios locales, pero no ha encontrado nuevas modalidades de aplicación concreta, de nivel nacional.
Ahora bien, todas estas demandas pueden ser canalizadas de maneras diferentes: por un lado, el Partido de los Trabajadores pudiera profundizar los rasgos populares del Gobierno brasileño; pero, por otra parte, la derecha puede servirse para tomar el poder e imponer un modelo neoliberal abierto.
VENEZUELA
El modelo venezolano ha sido más audaz, ha ido más allá en lo económico y lo político, y por eso quizás pueda aguantar, por ejemplo, un aumento de la gasolina. Hay más debate político y, en alguna medida, mayores grados de organización popular. Pero son tan grandes las perversiones, las deficiencias y errores cometidos, que hay quienes han llegado a pensar que se debe parar la bicicleta: sólo administrar y corregir, sin nuevos impulsos. En realidad los nudos de ineficiencia son tan grandes, que no les falta algo de razón.
Para evitar le ocurra lo de Brasil, tendría que pensar Nicolás Maduro en cómo pedalear la bicicleta de los cambios al mismo tiempo que corrige las perversiones. Debe superar las desviaciones y la ineficiencia, pero no puede dejar de cumplir el compromiso programático adquirido. Para apuntar en ambas direcciones, sería útil, por ejemplo, que se organice una discusión abierta del presupuesto y sobre el destino de los fondos que se han creado. Que la gente decida en qué se gastan los recursos, para de esta manera lograr un consenso social y estimular el poder popular. Lo indica el espejo de la revuelta brasileña.
El Socialismo en la Historia
La vida de los otros
Todos los países tienen su policía secreta. Unas más famosas que otras. Para espiar afuera y “proteger” la población adentro. La KGB y el FBI son agencias emblemáticas del oficio. La primera fue prolongación de la Checa fundada por Félix Dzerzhinsky y heredera del sistema matemático de vigilancia de las policías zaristas. La segunda la construyó Edgar Hoover,  quien creó la escuela estadounidense de inteligencia. Acumuló ficheros gigantescos en una época en que no había ordenadores. De sus tentáculos no escapaba nadie que oliera a izquierda o progresismo.
Ahora bien, de entre todas las policías políticas del siglo XX, sobresale el servicio secreto de la antigua Alemania del Este, la Stasi, no tanto porque era una de las más temibles y eficaces, sino porque casi alcanza el paradigma orweliano de control omnipresente de toda la población.  La Stasi fue fundada en 1950 y se mantiene hasta 1989. Durante los diez primeros años reprime y persigue abiertamente. Pero a partir de 1960 adopta otra modalidad de actuación que Sonia Combe, autora de La sociedad de la vigilancia (1999), caracteriza como “una forma de dominación menos visible, fundada en el conocimiento lo más preciso posible de las actividades sociales y que parte de una visión amplia del enemigo interno”. Todo el mundo es sospechoso.
En el corazón de la Stasi se encontraba la dependencia denominada “Administración 12”, encargada de la vigilancia de la correspondencia, de las llamadas telefónicas y de grabar en las casas, como lo describe el célebre film La vida de los otros. En el siglo XXI ni la Stasi ni  el comunismo son ya una amenaza. Sin embargo, la sociedad de la vigilancia se ha extendido hoy a todo el planeta y cuenta con formidables sistemas de informática capaces de pinchar simultáneamente millones de comunicaciones. El prisma que le faltaba a la Stasi. Colaboración especial para LatinPress®. LPs.

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