viernes, 1 de junio de 2012

Rogar a Santa Lucia

Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas
www.rscmv.org.ve

Comisión de Epidemiología
Comisión de Educación Médica Continua


Nota Breve N· 49
26 de mayo de 2012

http://jesusfdezblog.files.wordpress.com/2010/03/dmae.jpg

Degeneración macular senil o asociada a la edad (DMAE)

I. Introducción
La Degeneración Macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad degenerativa de la retina que causa la pérdida irreversible de la visión central y el detalle de las imágenes, manteniendo intacta únicamente la visión lateral o periférica.                                                                                    

Dmae-fotos-1
Escotoma central

Las personas afectadas habitualmente no pueden leer ni escribir, y esto les afecta de modo importante en su calidad de vida.  Y al tratarse de una enfermedad que dificulta la realización de las tareas cotidianas, puede llegar a originar en los pacientes un retraimiento social.

El envejecimiento de la población hace que esta patología tenga un impacto importante, ya que afecta al 4% de la población mayor de 55 años y su incidencia aumenta con la edad, de tal forma que a partir de los 75 años la prevalencia es del 8%. En España se estima que afecta a más de 750.000 personas y que más de 3.000.000 están en riesgo de padecerla en los próximos años.

Las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugieren que en las próximas décadas esta enfermedad triplicará su prevalencia como consecuencia del incremento de la longevidad en las sociedades industrializadas. Además, y por el grado de incapacidad que genera, se apunta a que la Degeneración Macular asociada a la edad (DMAE) va a ser uno de los problemas sociosanitarios más importantes del siglo XXI. 

Los factores de riesgo, además de la herencia, (mutación del gen factor H) son:

  • Ser de raza blanca
  • Fumar cigarrillo
  • Dieta alta en grasas
  • Pertenecer al sexo femenino
  • Obesidad
  • Hipertensión Arterial

Existen dos tipos de DMAE:

·       la seca o atrófica, más frecuente y de evolución más lenta.

·       la húmeda, exudativa o neovascular, mucho más agresiva y con una rápida evolución hacia la pérdida de la visión central.

La enfermedad es producida por el daño de los vasos sanguíneos coroideos cercanos a la mácula que se vuelven delgados y frágiles. Intervienen mecanismos de oxidación, liberación de radicales libres y autofagia. Se forman pequeños depósitos amarillos, llamados drusen, drusas o engrosamientos localizados como consecuencia del daño del epitelio pigmentado de la retina (EPR), la membrana de Bruch y la coriocapilar. Casi todas las personas con degeneración macular comienzan con la forma seca. La DME húmeda ocurre sólo en alrededor del 10% de las personas con degeneración macular. Crecen nuevos vasos anormales y muy frágiles bajo la mácula. Esto se denomina neovascularización de la coroides. Estos vasos dejan escapar sangre y líquido. Esta forma causa la mayor parte de la pérdida de la visión asociada con la enfermedad. La mácula ubicada en el polo posterior del ojo posee la mayor cantidad de fotoreceptores de la retina lo que en condiciones normales le confiere la mayor agudeza visual.


En la DMAE seca, aunque no existe un tratamiento curativo, se aconseja el uso de antioxidantes para intentar evitar o enlentecer la evolución de la enfermedad. Se están investigando diversos tratamientos.



DMAE SECA (DRUSAS MACULARES)

DMAE seca (Drusas maculares)

DMAE HÚMEDA


DMAE húmeda

Los tratamientos para la forma húmeda de la DMAE han sido decepcionantes hasta hace poco, y en el 50% de los pacientes la enfermedad se hace bilateral en menos de 4 años.
Hasta el año 2000 se utilizaba únicamente la fotocoagulación con láser para intentar frenar la enfermedad, pero era una técnica destructiva que dejaba cicatrices permanentes en la retina y escotomas centrales (manchas negras en el centro del campo de visión).
Posteriormente surgió el tratamiento denominado Terapia Fotodinámica (TFD), con la ventaja de ser un tratamiento relativamente no destructivo, pero su eficacia fue muy limitada y no mejoraba la visión de los pacientes en la mayoría de casos.
 Recientemente, con la esperanza de mejorar estos resultados, han aparecido los tratamientos con fármacos antiangiogénicos, con la intención de inhibir la aparición y progresión de los neovasos coroideos causantes de la enfermedad. Estos neovasos producen inicialmente un acúmulo de líquido por debajo y en el interior de la retina, y en fases más avanzadas una fibrosis y desestructuración de ésta. El resultado es la pérdida de la visión central.
Con los tratamientos con fármacos antiangiogénicos se ha conseguido por primera vez que muchos de los pacientes afectados mejoren su visión. El Ranibizumab (LUCENTIS) y el Bevacizumab (AVASTIN) para uso intraocular, se han convertido en los tratamientos de referencia de la DMAE húmeda.
El seguimiento clínico se complementa mediante Angiografía Fluoresceínica (AFG) y/o Tomografía de Coherencia Óptica (TCO).
 Esta última técnica diagnóstica ha supuesto también una gran avance médico al proporcionarnos unas imágenes de alta definición de las capas de la retina. La exploración se realiza sin inyecciones de contraste endovenoso ni molestas luces de flash, y sin contacto.

Desde las Comisiones de Epidemiología y Educación Médica Continua, contribuimos a divulgar y promover entre el público general y los colegas, la importancia de este problema de salud y cómo ayudar a diagnosticarlo precozmente.

José Félix Oletta L
Ana C. Carvajal
Saúl O. Peña

Referencias

1. Benson WE. Acquired macular disease. In: Tasman W, Jaeger EA, eds. Duane's Ophthalmology. 15th ed. Philadelphia, Pa: Lippincott Williams & Wilkins;2011: Chap 23.
2. Yanoff M, Cameron D. Diseases of the visual system. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011: Chap 431.
3. BELLO, A y MIRANDA SARABIA, S. Retina: Degeneración Macular relacionada con la Edad: Conceptos Actuales. RFM, dic. 2002, vol.25, no.2, p.237-243. ISSN 0798-0469. Revista de la Facultad de Medicina - Scientific Electronic Library
4.  Degeneración macular asociada con la edad: MedlinePlus - NLM

5. Sayak K. MitterHaripriya Vittal RaoXiaoping QiJun CaiAndrew SugrueWilliam A. DunnMaria B. Grant and Michael E. Boulton
Retinal Degenerative Diseases Advances in Experimental Medicine and Biology, 2012, Volume 723, Part 1, 83-90, DOI: 10.1007/978-1-4614-0631-0_126. Stuart L. Fine, M.D., Jeffrey W. Berger, M.D., Ph.D., Maureen G. Maguire, Ph.D., and Allen C. Ho, M.D. Age-Related Macular Degeneration. N Engl J Med 2000; 342:483-492 February 17, 2000



Enlaces:
Sociedad Venezolana de Oftalmología
http://www.svo.org.ve/ 


II. Degeneración macular puede impedir la visión central en tres meses
El Nacional
10:32 am 23-May de 2012|Marlene Rizk
La enfermedad no causa ningún dolor, pero puede progresar lenta o rápidamente, en un ojo o en ambos. Una vez que se presenta, la visión central puede desaparecer
Degeneración macular puede impedir la visión central en tres meses
Degeneración macular puede impedir la visión central en tres meses | Cortesia: Sociedad Panamericana de retina y vítreo / Angiogenesis Fundation
Bioanalistas que no pueden ni siquiera distinguir a través del microscopio las bacterias, los parásitos o las células; escritores a quienes se les dificulta continuar con su producción intelectual; músicos que no alcanzan a leer la partitura o, simplemente, personas que a partir de los 60 años de edad quedan incapacitadas para realizar actividades como cocinar, coser, ver televisión y, lo más grave, reconocer la cara de sus parejas, hijos o nietos.

La razón es muy sencilla: una mancha negra no les permite ver detalles concretos. Se trata de individuos que padecen una enfermedad poco diagnosticada, conocida como degeneración macular, que está relacionada con la edad y afecta a entre 25 millones y 30 millones en el planeta, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

"Con esta enfermedad la persona no queda ciega por completo, a diferencia del paciente con glaucoma o retinopatía diabética que no ve nada de luz. Sin embargo, la degeneración macular es altamente incapacitante y afecta la visión central, muy importante para precisar detalles en la vida diaria", advierte el retinólogo venezolano Martín Serrano, que participó en el Consenso Latinoamericano sobre la Degeneración Macular Relacionada con la Edad.
La aparición. Ante los primeros síntomas, muchos piensan que la falta de visión se debe a que los lentes no sirven. Entre las señales de alerta destacan visión borrosa y la presencia de una mancha negra en el foco central o escotoma.

Durante la presentación del informe Una Nueva Visión para América Latina, presentado en San José de Costa Rica, los especialistas coincidieron en que la degeneración macular relacionada con la edad es una enfermedad subdiagnosticada, especialmente en Latinoamérica, y es necesario que la población adulta acuda al oftalmólogo/retinólogo ante los primeros síntomas. A tal conclusión llegaron 20 especialistas de Argentina, Chile, Brasil, México, Ecuador, Costa Rica, Colombia y Venezuela.

Además de exámenes para valorar el fondo de ojo, hay pruebas como la de la rejilla de Amsler, que mide las distorsiones de la visión y que puede hacerse en casa. Otras, como la angiografía fluorescente FRG y la tomografía de coherencia óptica especial, detectan cambios en la retina.

El tiempo es vital. Francisco Rodríguez, director de la Fundación Oftalmológica Nacional y jefe del Departamento de Oftalmología de la Universidad del Rosario de Bogotá, en Colombia, alertó: "El retraso en el tratamiento puede marcar la diferencia entre mantener la vista o perderla".

La enfermedad no causa ningún dolor, pero puede progresar lenta o rápidamente, en un ojo o en ambos. Una vez que se presenta, la visión central puede desaparecer.

"El crecimiento de vasos sanguíneos nuevos conduce al derrame de sangre o de fluidos, que pueden cicatrizar la mácula o la retina y producir la pérdida permanente de la visión central en un lapso de tres meses", destacó el experto.

Al principio la enfermedad puede pasar inadvertida porque el ojo que todavía se encuentra sano asume las funciones del otro. Entre los factores que afectan se encuentran la edad y antecedentes familiares o de fumadores. En el grupo más propenso también están los obesos e hipertensos.

Las fases. La afección se presenta de dos formas: la seca, que representa 90% de los casos, y la húmeda, considerada la más severa. Expertos calculan que entre 10% y 15% de los adultos con degeneración macular desarrollarán la forma húmeda, a la que se le puede aplicar un tratamiento que permitirá detener la pérdida de visión o recuperarla.

William Li, presidente de la Angiogenesis Foundation, y Lihteh Wu, presidente de la Sociedad Panamericana de Retina y Vítreo, expusieron la necesidad de promover la detección oportuna, el diagnóstico y tratamiento e, inclusive, campañas públicas en América Latina.

III. Prueba de la rejilla de Amsler

La prueba está diseñada para explorar sencillamente la visión central que corresponde a la zona macular de la retina. Mantenga esta figura frente a usted, a la distancia normal de lectura (35 cm a 40 cm). Tápese uno de los ojos con la palma de la mano, sin presionar. Con el otro ojo (y con los anteojos de cerca si los necesita) mire fijamente al punto central de esta figura.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjziJQQtG177zbkZexRlE8pnwsG6OeHFFa4L3gSqf75ylz1e0f884pLuA0EKN1AibW4IClAkNm6AkBHu9a1ck2IzglMXTZ3mhRpmwBqz0RN2xK9iok3qRSD1orFnNUnUNi3BxCi_MXXbjaR/s320/rejilla_Amsler.jpg

 
Si todo está bien debe ver la figura tal como realmente es: una cuadrícula formada por líneas rectas que se cruzan perpendicularmente y que no se deforman ni se interrumpen. Si percibiese el punto central distorsionado o si este punto desaparece al fijar en él la mirada, si las líneas que forman la figura no aparecen rectas sino deformadas, o si apareciese alguna zona en la figura en la que las líneas se interrumpen, entonces habrá alguna alteración que puede ser debida a degeneración macular. Consulte a su médico oftalmólogo.

(Si desea imprimir esta figura, hágalo en un tamaño de 10 cm x 10 cm)

Así podría ver la rejilla un paciente con degeneración macular asociada a la edad: (dependiendo del  tipo y localización de la lesión).


La lesión sería incipiente, y la agudeza visual puede ser casi normal (las letras de los optotipos con los que se mide la visión las seguiría distinguiendo, aunque deformadas). Sin embargo en este caso habría una lesión, que diagnosticada a tiempo podría ser susceptible de tratamiento.

IMAGEN DE OCT DE UN CASO DE DMAE

www.docvadis.es


La imagen superior corresponde a la fundoscopia de una degeneración macular húmeda. La imagen inferior fue obtenida mediante Tomografía de Coherencia Óptica (TCO) de la región macular del mismo paciente; se puede apreciar fácilmente el edema y el daño al EPR y otras capas.
Compárese esta imagen con la apariencia normal de la mácula en la siguiente composición:
http://bvs.sld.cu/revistas/oft/vol18_2_05/f0109205.jpg
Imágen TCO a nivel de la mácula normal y su correspondencia con la estructura
de la retina.

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