martes, 12 de abril de 2011

De esto no se acuerda nadie...


Averías corrientes
Por: Roberto Hernández Montoya
Fecha de publicación: 08/04/11

  Durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, Venezuela cogió un arrebato raras veces visto. Dejo al lector decidir si fue positivo o negativo aquel arrebato, a la luz (o falta de luz) de dos graciosos incidentes que paso a contarte.
  En cierta Navidad y en cierta estación eléctrica los ingenieros se fueron de farra, suceso «natural» en Navidades. Dejaron encargado a un empleado de limpieza. Como es natural en Navidades, hubo una sobrecarga del consumo eléctrico, lo que provocó la caída de un breaker. El diligente empleado restableció el breaker, que volvió a caerse. Así varias veces hasta que decidió apuntalarlo con la escoba con la que siempre fue muy habilidoso. Etc.
  Por la misma época hacían un mantenimiento de una de dos líneas de Guri que alimentaban la Región Central. Según me explicaron, por seguridad se corta la misma línea tanto aquí como allá. Pero, en medio del arrebato carlosandresista que te dije, en Caracas cortaron la línea A y en Guri la línea B. Como vimos el jueves, restablecer el servicio toma tiempo. ¿Pasó así en los épicos apagones de Nueva York, uno de ellos de 19 horas? ¿Y los de California? No sé.
  ¿Ya tienes el juicio sobre aquel remoto arrebato?
  En 1979 serví de intérprete a un experto francés en electricidad, para Cadafe. Eso me llevó a recorrer varias ciudades para que el galo observase las instalaciones venezolanas. En cierta ciudad, por ejemplo, los tendidos eléctricos de Cadafe y de una empresa privada se entrelazaban, de modo que no se sabía qué electricidad era de quien, porque nadie sabe cuándo el peje bebe agua. Las peores instalaciones eran las privadas, en una de las cuales, para poder entrar, tuvimos que sortear a una perra que estaba amamantando sus cachorros en la puerta.
  El único lugar con una instalación en perfecto estado y con planos de redes fue en Margarita, porque estaba nuevo todo.
  Me pregunto: ¿En qué estado siguen esas redes? ¿Estamos componiendo lo que ese arrebato nos dejó? ¿No sería bueno iniciar una nueva disciplina, hablo en serio, que estudie los desastres industriales? El derrame petrolero de BP el años pasado en el Golfo de México, Fukushima, la catástrofe económica del capitalismo, la fragilidad de nuestros tejidos eléctricos, que pueden atizar ya sabes quiénes.
roberto.hernandez.montoya@gmail.com

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