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27/07 al 2/08 2013. Venezuela. Luís Britto García. Juventud y
Universidades.
El estar
“sobrecapacitado” es la más frecuente y sombría razón para no obtener un
empleo. Para absorber los profesionales que gradúa, el capitalismo requeriría
una economía en incesante expansión, mientras que en todas partes ésta se
contrae. Hasta en países socialistas como Cuba, la expansión educativa ha
producido un superávit de profesionales.
1 La
juventud es la edad de la esperanza, y la victima favorita del
desespero.
“Más
movilidad de los jóvenes y flexibilidad para todos”, receta la cancillera
Ángela Merkel en entrevista con Francesca Sforza en La Stampa del 3 de julio de
2013.
“Movilidad”
significa perder incesantemente los trabajos, “flexibilidad”, resignarse al
empeoramiento de las condiciones laborales.
Traduzcamos
en cifras ambos términos. Según Eurostat, la desocupación juvenil para 2012 es
de 59,2% en Grecia, de 56,4% en España, de 42,1% en Portugal, de 24,6% en
Francia. En Estados Unidos, del 17,6%. Según el INE, en Venezuela para 2011
llegaba a 21,5%. No estamos en el fondo del abismo de la movilidad, vale decir,
de la desesperanza.
2 Si la
cantidad de los empleos es desesperanzadora, su calidad desalienta.
Ya desde las
últimas décadas del siglo pasado en Estados Unidos la juventud se
autocaracterizaba como “Generación X”, o
“Twentynothings” (veintinadas). El caricaturista Mike Judge los plasmó en
Beavis & Butthead, un par de adolescentes sin futuro, sin objetivos y sin
más empleo que los “McJobs”, trabajos temporarios de dependientes o meseros.
The College
Affordability and Productivity afirma que desde 2010 en Estados Unidos hay un
excedente de 41 millones de graduados para 28 millones de plazas; de allí que
casi la mitad de ellos desempeñan trabajos que exigen menor capacitación, tales
como vendedores, encargados de mantenimiento o taxistas.
La rapacidad
capitalista en vez de aumentar los empleos los tercerizó hacia las maquilas del
tercer mundo; la crisis financiera desplomó la economía en lugar de hacerla
crecer. El estar “sobrecapacitado” es la más frecuente y sombría razón para no
obtener un empleo. Para absorber los profesionales que gradúa, el capitalismo
requeriría una economía en incesante expansión, mientras que en todas partes
ésta se contrae. Hasta en países socialistas como Cuba, la expansión educativa
ha producido un superávit de profesionales. Nunca puede haber exceso de lo
bueno, pero hay que ser mejor para saber administrarlo.
3 En todas
las épocas hubo un conflicto entre es peranzas juveniles y restricciones seniles.
¿Por qué a
semejante clausura de las expectativas de los jóvenes no se opone una protesta
juvenil como la de los años sesenta? Para esa época, el “baby boom” de los años
cincuenta convirtió en mayoritaria la población estadounidense menor de edad.
La creciente demografía juvenil propició movimientos utópicos, artísticos,
contestatarios que sacudieron el mundo.
En nombre de
proyectos revolucionarios los estudiantes de ese entonces derrocamos
dictaduras, propusimos proyectos contestatarios como el de la Renovación, vimos
la autonomía del Alma Mater aniquilada por las tanquetas y los leguleyos de la
Cuarta República. Queríamos una Universidad para el país, y no un país para la
Universidad.
4 El control
demográfico apagó a escala mundial estas ilusiones.
Si
consideramos joven a la población entre 15 y 24 años, para 1985 ésta constituía
el 19,4% de la mundial, para 1995, el 18%, y se espera que para 2025 baje al
15,4%.
En Estados
Unidos, la población juvenil era para 1980 el 20% del total; para 2010, apenas
el 15%. Según Eurostat, la población de 15 a 29 años es para 2012 sólo el 5% de
la de la Unión Europea.
En Venezuela
operó un maltusianismo académico: los sistemas selectivos de las universidades
públicas privilegiaron a los jóvenes de altos ingresos provenientes de
institutos privados, donde las notas son tan altas como las matrículas.
En su tesis
La exclusión de los pobres en la educación superior, Eduardo Martínez Gil
demuestra que en la UCV en 1981 el
65,19% de sus estudiantes eran egresados de
liceos oficiales y el 34,75% de
colegios privados; mientras que
en el 2000, venía de los liceos públicos
el 22,45% y de los privados 71,24%. Así
pasamos de tener un estudiantado contestatario a otro reaccionario.
5 Digámoslo
de una vez: las remuneraciones de docentes e investigadores universitarios son
ínfimas.
Apuntemos
asimismo que los aumentos propuestos por el Ministerio de Educación Superior
son razonables; que en ninguna forma atentan contra la autonomía, y que ésta no
puede ser invocada como excusa para no presentar cuentas, retrasar
indefinidamente la elección de sus autoridades, ignorar las necesidades de
profesionales del país, dejar decaer el
nivel académico, transferir todas las tareas del personal administrativo a los
docentes y rechazar a los postulantes de
nivel económico bajo.
Gracias a
este filtro oligárquico, el gobierno socialista financia la educación superior
gratuita de líderes que denigran del socialismo, ven el título como un recurso
pesetero y apoyan un paro que cuesta la pérdida del semestre a través de smart
phones que cuestan 15.000 bolívares.
(FOTOS/TEXTO:
LUIS BRITTO). CONSULTE TAMBIÉN: http://luisbrittogarcia.blogspot.com
bibliografía del autor: http://luis-britto.blogspot.com Baje los libros de Luis
Britto en Internet:
Rajatabla:
www.monteavila.gob.ve Dictadura Mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve a
invasión paramilitar: Operación Daktari: www.minci.gob.ve Socialismo del Tercer
Milenio: http://www.monteavila.gob.ve/mae/pdf/socialismo-tercer-milenio.pdf
http://www.facebook.com/Luis.Britto.Garcia
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