¡ Soy revolucionario ! … luego ¿ ingenuo ?
Gilberto Rosales Chaparro
La Bestia Fascista esta incubada -aunque nada oculta-, en la Patria; es perentorio afinar métodos para, en la teoría y en la práctica diaria, elevar el nivel ideológico de la población, a fin de combatir esa Bestia. Exterminarla sin contemplaciones, con eficacia. Aún se está a tiempo para aniquilar el embrión monstruoso.
Creo y opino -humilde opinión-, que debe educarse a la población en lo ideológico a través de mostrar descarnadamente, sin censura, las horripilantes expresiones plasmadas en la historia de la humanidad por la Bestia Fascista. Demostrarle al pueblo -a través de mostrar e ilustrar las acciones de los fascistas- que: siempre el fascismo ha sido una manifestación diabólica, demencial y sanguinaria del imperialismo, en sus más duras crisis, es la dictadura totalitaria del capital, es decir: es la dictadura del capital, el estado es el capital y el capital es el estado. Y así todo dentro del estado totalitario, fuera de ese estado nada. Y el humanismo su enemigo.
Demostrar e ilustrar a nuestro pueblo: ¿Por qué los grupos financieros judíos e imperialistas, que gobiernan el mundo a través del poder económico y de fuego –que siempre lo poseen-, tienen a nuestro país en la mira? ¿Por qué es ya, ahora mismo, que lo quieren todo? ¿Por qué se consideran dueños del mundo y de todos los poderes?: Consideran que el poder en su totalidad les pertenece: los recursos materiales de la patria les pertenecen, inclusive los seres humanos -como mercancía- son suyos. De aquí su obsesión enloquecida y enloquecedora de apoderarse del gobierno ya, y por la vía y métodos que sea: la mentira, la burla, el cinismo, la descalificación, la negación de sus propios actos, el odio, la muerte, la violencia, el engaño, la penetración y sabotaje desde los organismos del estado; golpes de estado en todas las formas habidas, imaginables e inventables, la desinformación, el terrorismo, el crimen, el racismo, el sexismo, el machismo, la guerra en todas sus formas y expresiones: especialmente la colocación de antivalores, desplazando los valores que posea la población o el país a asaltar.
Entonces deberíamos usar los burdamente calculados “errores” del señor Henrique Capriles Radonsky, y desmontar su imagen, conducta y personalidad calada, penetrada en un gran sector de la conciencia colectiva de nuestro país, especialmente en los sectores juveniles. Son éstos sectores, los más frágiles a la influencia mediática. Todo eso desde la perspectiva de que éste agente de la CIA-MOSSAD, no es un enemigo pequeño, dado el poder económico, mediático y de fuego detrás de su espalda. Este señor, agente protagonista, en escena ahora, es duro de roer y de vencer, si no elevamos el nivel de información, ilustración, análisis y reflexión, primero de los votantes duros del proceso, y luego vamos por los sectores adversos: la clase media -en su mayoría con pretensiones monárquicas, pequeño burguesas (grupos con “valores” especiales, alrededor de lo material, lejos de lo espiritual y urgidos de imitación del supuesto confort gringo y generalmente sin sentido de patria)-. A esos sectores de clase media, clase media baja y otros -pequeños tal vez- (antes marginados del consumo, hoy día manipulados y deslumbrados en la guerra mediática); es necesario ilustrarlos sobre lo que significa un régimen fascista y darle luces en general: Bolívar no debería -al menos en revolución-, ser sólo frases célebres, estatuas, pinturas, sólo su nombre en plazas, parques, calles, barrios y avenidas, por ejemplo; Esto no es suficiente para crear en el colectivo la conciencia de patria bolivariana. Así como sí bastó la creación de la ‘Sociedad Bolivariana’ –engendro de la oligarquía goda-, para un culto interesado y deformador del auténtico bolivarianismo antiimperialista y humanista.
Se debe, de Simón Bolívar, practicar e iluminar a la población sobre su ideario –particularmente desde los dos ministerios de educación que tenemos (abundamos en ministerios y burocracia parasitaria)-, desde el MINCI, desde los mentideros gubernamentales y partidistas practicarlo, ponerlo en la práctica: moral y luces.
Llama poderosamente la atención el desconocimiento por los jóvenes, de la personalidad del Libertador, muestran que poseen una imagen manipulada, distorsionada y disminuida por el mismo sistema educativo. La oligarquía controla ideológicamente nuestra educación.
Ilústrese a la población venezolana que se está en la mira del nazi-judío imperialismo para ser víctimas de recetas del mismo tipo de las aplicadas por la Alemania nazi a los judíos y gitanos especialmente. Muéstrense, descarnadamente y sin ambages, las atrocidades cometidas por el fascismo desbocado en épocas anteriores.
Así, allí, cuando los nazis pretendían y practicaban el exterminio de la población judía y gitana de Europa, la mayoría de la población alemana sabía del crimen. Fueron sus cómplices. Seguramente se deduce que: no se puede afirmar que todos los alemanes eran nazis, muchos de los que más adelante también fueron víctimas, negaban como ahora algunos niegan (negación fortalecida por la oscurana mediática), los crímenes que vienen cometiendo las hordas fascistas: muerte de niños, hombres y mujeres revolucionarios de ésta, nuestra adolorida Patria; ataques a enfermos y convalecientes; agresiones a personas mayores sin distingo de sexo ni de mayorazgo (recuerden al señor del marcapasos); destrucción de centros de diagnóstico integral , CDI , mercales, pedevales, casas bien equipadas.
Se sabe de usuarios de CDI y ambulatorios que niegan la utilidad de esos centros; los condenan y denigran de su valía a pesar de que los usan (otra expresión del grado de penetración de los antivalores: odio, irracionalidad, locura colectiva: inoculados en nuestra -hasta hace muy poco sana- población por la bestia fascista: ¿una llamada más?).
Así, a pesar de los alertas de la bestia: que nos viene anunciando su presencia tiempo ha: nazi-onal, globo, la red, etc.-, la guerra mediática nos agarró fuera de base, sin preparación para enfrentarla. Y, hoy, sin duda, seguimos en lo mismo: desnudos y sin cobija.
Ahora, cuando escribo estas reflexiones pregunto:
¿Los funcionarios públicos se interesan por enterarse de posibles críticas? ¿De los análisis públicos de sus gestiones? ¿Muchos de los funcionarios que lean observaciones, sugerencias y críticas nada cambiarán en sus cabezas por sus prejuicios, arrogancia y prepotencia juntos? Sin embargo el pueblo espera con paciencia (que no los 5 millones de pueblo que votaron en contra), los siete millones quinientos ochenta y seis mil doscientos cincuenta y uno -7. 586. 251- que votamos por el Presidente Maduro, nuestro “Presi”, como le dirá también Carola Chávez; el pueblo espera con paciencia que en este lapso –último chance hasta el referéndum revocatorio (éste, un verdadero lujo de una revolución democrática e inédita en la historia política de la humanidad)- , se combata con mano dura el arribismo, el oportunismo, el raterismo, el vive-la-pepismo, el pantalllerismo, la holgazanería, el facilismo, el paternalismo, la alcahuetería, la ineptitud, la solidaridad cómplice, el sabotaje, la ineficiencia e ineficacia juntas, el burocratismo y la corrupción juntos.
Combatir y eliminar organismos que no cumplen función alguna, o, al menos, redimensionarlos, reestructurarlos y salir de los famas, pelmas, infiltrados, flojos y saboteadores. Por ejemplo: ¿Para qué Indepabis y otros análogos? ¿Por qué el banco Bicentenario es de comportamiento escuálido contrarrevolucionario, si hasta maneja dineros del estado, de los Consejos Comunales, verbigracia? ¿Por qué –a cuento de revolución democrática- los enchufados en organismos del estado revolucionario, salen además a cacerolear y a agredir personas. ¿Y tan felices? ¿Por qué en muchos de los Abastos Bicentenario se estila y destila maltrato y desconsideración hacia los usuarios? ¿La gerencia y administración de Abastos Bicentenario es contrarrevolucionaria?
Si nos desbordamos de amor-impunidad, va a resultar tanta la miel que seremos víctimas hasta de las propias abejas; hasta la paloma de la paz nos va a picotear, por exceso de candidez.
Los actos criminales y las agresiones menores, son iguales como atentados a la paz, a la concordia y a la dignidad humana. Cero impunidades.
¡Gloria al comandante eterno!
¡Queremos la Patria, protegerla, alimentarla y crecerla!
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