Teoría de la suposición de resultados
Desde que el voto en Venezuela es automatizado la oposición ha inventando las mil y una teorías sobre fraudes electrónicos y han hecho de todo para sacar al chavismo del poder. Un golpe de Estado de 48 horas, un sabotaje petrolero de más de dos meses, huelgas de hambre ficticias y reales, decenas de multitudinarias marchas, deserciones de militares en plazas públicas, asesinatos selectivos, escasez artificial y no artificial de productos… Han inventado teorías fantásticas sobre fraudes electrónicos vía satélite, vía cable submarino, vía bombillos cubanos, vía redes sociales, vía tuits, vía afiches, vía desprestigio de líderes chavistas y vía láctea.
El referéndum presidencial del 15 de agosto de 2004 fue especialmente señalado por el fraude. En aquel momento arguyeron la teoría del cisne negro de Tulio Álvarez, de unos topes de 100 mil votos que luego se convertían en neuronas asesinas, un satélite ruso que estaría interviniendo las comunicaciones (raro que no han nombrado los satélites nuestros), un disco duro que blandía Pablo Medina a troche y moche o las pruebas “irrefutables” que Henry Ramos Allup aún está recopilando.
Todas las elecciones que se han hecho en el país han sido puestas en duda por la oposición. Todas. La diferencia ahorita es que el chavismo ganó por una diferencia que a ellos les parece “sospechosa”. Y por ello desconocen a la mayoría. La mayoría es mayoría solo si es a su favor. Ejemplos sobran. Varias gobernaciones han pasado de manos chavistas a manos opositoras. El quid del asunto está en que pasen de manos opositoras a chavistas.
El conservador diario venezolano El Universal, abrió ayer su primera página con unas cuentas del “matemático y estadístico” Alfredo Weil, directivo de Esdata. Su teoría es tan avanzada como la del cisne negro, tan fuerte como el disco duro de Pablo Medina y tan veloz como las pruebas de Ramos Allup. La misma consiste en suponer todo. La podríamos llamar la Teoría de la Suposición.
Con base en la Teoría de la Suposición, Weil sostiene: “Si tomamos los datos oficiales del CNE y analizamos los centros de votación con tres o más mesas, es decir, 79,23% de los votantes, encontramos que Capriles gana por medio millón de votos. Luego, si vas a los centros con dos mesas, pierde por 332 mil. Pero si juntas esos dos factores, más los votos en el exterior (50 mil), Capriles se va arriba con 263 mil. Ahora, cuando contabilizas los centros con una sola mesa (por encima de 5 mil, un 8,86%) Maduro gana por 477 mil. En el resto del país (91,14%) el triunfo es para Capriles”. Ovación de pie.
Alfredo Álvarez, perdón, Tulio Weil, perdón, Henry Medina, perdón… ¿Quién dice qué cosa? ¿Qué hemos hecho para merecerlos? Que los técnicos de la oposición del CNE, que firmaron todo lo que firmaron y trabajaron todo lo que trabajaron, los perdonen. Sigamos.
Fuente: http://www.ciudadccs.info/?p=416703
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