miércoles, 17 de abril de 2013

LOS VIMOS, L@ VI, TE VI…

LOS VIMOS, L@ VI, TE VI…
Por COSTA PALAMIDES
Los vimos. Nos invadieron durante años con sus telenovelas ridículas e intranscendentes mientras nosotros revolucionábamos los medios de comunicación. Los vi defendiendo a un canal de televisión despótico, inculto y antisolidario en los momentos en que moríamos en Puente Llaguno por librar al cordero de unas fauces mercenarias. Los vi aceptar la injerencia gringa a través del mayami nuestro y gusanero mientras les molesta la hermandad con Cuba. Te ví solita cantando “que vivan los estudiantes” en la embajada de ese glorioso país pero me gustaría que se lo cantaras a aquellos estudiantes que van a la Embajada de los Estados Unidos a protestar por sus intromisiones descaradas y sus embajadores de mafia y gangsterismo. Cuanta soledad perdedora. Las ví, simplemente las ví, con unos cuantos “botoxs” para el niño bien y golpista que mama del veneno hitleriano de Uribe. Para él, que si lo hubiésemos dejado “estangado” aquel 12 de abril, hubiese sido un Ríos Montt poniendo presa a Rigoberta Menchú, un Pinochet cortándole las manos a Víctor Jara, una mosca Trujillo para los dominicanos, una tarántula Videla sobre nuestras frutas nerudianas, una mordaza indolente a nuestro Canto General . Los vimos diciendo que aman a Venezuela pero los sentimos de lejitos, desde lo virtual y desde la cirugía plástica. Pueden botoxear todo lo que quieran por él, mujeres y hombres, pero ya este gobierno no los va a apoyar en cambiar tetas, cuellos, nalgas y mejillas. Múdense al Silicon Valley. Artista que no acepta el paso maravilloso del tiempo no es artista. Sólo los títeres y las máscaras no envejecen y eso lo sabemos muy bien los titiriteros y los teatreros con denominación de origen. Y por eso hacemos teatro. Ya las vimos suficiente. Desde los tiempos de Rubén Blades sabemos de las chicas plásticas. Vinieron algunas de gringolandia con carita de yo no fui, francamente franquistas, o como el patán paraguayo de Franco, con sus blackberrys que twitean y faceboquean pistoladas sobre la libertad de expresión y la democracia mientras nosotros, o sea Chavez, luchábamos con kandanga para sacarlas de tanta estupidez mediática. Te vi tratando de multiplicar con ahínco a las Alicias Machado de paso, de imitar los labios retorcidos de la Marías Conchitas Alonso de paso, y te vi cachetéandonos con el hecho de ser hijo de papá y mamá de “artistas entre comillas” y vomitar esas comillas mientras nosotros comíamos el laurel amargo del adiós de Chávez que a la larga nos sabe a victoria. Te vi con la cédula en mano pero con la identidad extraviada, con inconsciencia de tu raza y de tu patria, hablándonos de tu bozal de arepa televisiva como si no supiéramos cuánto ganabas cuando protagonizabas las novelitas balurdas de tu canal banal, de tu canal de panamá dominado por los yanquis o los Cisneros o los Zuloaga, que da lo mismo. Los ví diciendo que tienen más“botox” que nunca. Eso sí, me conmovieron cuando cantaron el himno, con tantos“botox” a cuestas. Me hizo recordar el nuestro, aquel que cantamos a diario , cuando transmitimos conocimiento, el gloria al bravo pueblo por los que vendrán, sin esa falsa postura de madres como si ustedes fueran las únicas que parieron, -bueno sí, ustedes son las únicas que paren hijos con “botox” para el majunche-. Sí, nosotros cantamos el himno afinadito y afiladito cuando hacemos arte y no la pacotilla tuya de llamarte artista porque saliste a decir tus cuatro pendejeras para vender shampoos, enlatados, falsas comunicaciones, jabón en polvo y toda suerte de vicisitudes. ¡Qué va! Nosotros hacemos teatro, mientras tú haces orgasmos; nosotros hacemos danza mientras tú te inmovilizas y te embalsamas la cara antes de morir, para quedarte con esa boca entreabierta para siempre, que ya no sabemos si ríe o llora, si habla o canta; mientras nosotros hacemos reír o llorar con un pez que fuma hasta abrir una brecha en el silencio; con todas nuestras músicas que saben entender el ritmo de las arrugas de la piel, de la piel del tambor, de la piel que sabe envejecer con dignidad. Sí, los vimos, encadenaditos, tratando de aparentar lo que no son, de apretarse todos los corsés y todas las pompas fúnebres, de arrejuntarse con el poder del dinero y el monopolio, con la hipocresía de la inseguridad y la censura, que por si ustedes fuera, nos caerían a rolos en la Seguridad Nacional, nos habrían mandado a un sicario o paramilitar y nos cerrarían todos los canales con alambres de púas y campos de concentración. Simplemente los vimos y nos dieron pena ajena tan pegados a sus celulares en vez de pegarse a la patria. Vimos lo que hicieron muchos de ustedes (“artistas y comunicadores”) un doce de abril y no lo olvidaremos. Y vimos esta nueva mamarrachada de telemarketing despechado porque algunos de ustedes saltaron con razón la talanquera o “valerosamente” le cantaron al presidente del ‘por ahora’ infinito.
'POR AHORA' ES ABRIL
Pero recuerden que el trece fue de gloria. Y este catorce será de resurrección, exacta. Y a partir del catorce de abril habrá muchos, muchísimos abriles. Votos sin botox. Votos maduros. Votos sinceros porque aprendimos a quererte, comandante. En democracia, en independencia, en socialismo, en paz.

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