domingo, 23 de septiembre de 2012

¿No volverán?


Manuel Rugeles
13:44 (hace 16 horas)
para bcc: 
Nota del Remitente: Esta apreciación sobre el partido "oficial", que descarnadamente describe la degeneración de un excelente propósito inicial para nuestro país y nuestra revolución, pudiera tener un capítulo -ESPECIAL- por sus connotaciones más marcadas, referido al Estado Táchira, donde -por cierto-  el 'guante' no le cae exclusivamente al PSUV, sino también al PCV, cómplice de todo el desastre y las derrotas recibidas, tanto en el período "gobernante" de los primeros ocho años, como ahora en el período de oposición a un gobierno (de derecha) al que ayudaron a montar...

Aún no ha cerrado  la campaña electoral, 

pero ya hay un gran derrotado:  El  PSUV

                             Por Leandro Lev

Por aquellos tiempos cuando Hugo Chávez lanzó el llamado para que algunos partidos se disolvieran y se fusionaran en un partido único, muchas fuerzas y tendencias proclives a la revolución, y la izquierda en general, abrieron un debate al respecto, sumándose algunos finalmente y negándose otros. Había muchas dudas entre militantes y simpatizantes del proceso, pues bastante se aducía el temor a que se impusiese un ‘pensamiento único’ en una instancia donde coincidirían cualquier variedad de pensamiento e ideologías políticas diversas.

Sin embargo se hizo un gran esfuerzo,  y mucha gente que incluso jamás había tenido militancia partidista,  se sumó a aquel llamado, con toda la iniciativa y disposición de aportar y construir una instancia que inspirara, fijara y elaborara políticas en aras de consolidar el proceso revolucionario.  Masiva fue la inscripción en el que entonces pasó a convertirse en el partido político más grande de Venezuela: el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Era un reflejo más de un país en el que hacía ya algunos años,  la mayoría de sus habitantes habían decidido cambiar,  pues para muchos sumarse al llamado del presidente  y  hacerse miembro del partido, significaba una gran posibilidad de demostrar que abundaban las ideas que les rondaban en su cabeza y querían cuando menos proponerlas y debatirlas,  que se les escuchara,  que se les atendiera. Muchos se sumaron con la firme convicción de que el gran partido que surgía de una propuesta inicial del propio presidente, se convertiría en el gran instrumento que guiara al pueblo en su afán emancipador,  y por ello se consolidarían en tal espacio las grandes tesis del pueblo luchador y revolucionario Venezolano.
Pero una cosa fue el propósito de una gran mayoría de la base social del proceso revolucionario y otra muy distinta lo que pudo fraguarse en esa extensión partidista, en la que militar realmente, se convirtió en una auténtica quimera.

El primer gran obstáculo,  fue que nunca se logró una disociación Gobierno–PSUV,  que era más que necesaria.  Un verdadero partido político no debe ser apéndice,  jamás,  de ninguna otra instancia. Pero más obstáculo aún fue, cuando desde las bases se manifestaba tal apreciación  y  desde las estructuras de dirección solo contestaban con desdén,  o mejor dicho:  siguen contestando así, a lo poco que queda en su seno, con más carácter administrador que cualquier otra cosa.

La razón como arte,  la dialéctica,  la democracia  y  la libre participación se convirtieron en una ilusión,  casi llegando a espejismo en el corazón,  del que inicialmente creyó el pueblo que era su partido.  Por contrario,  la precisa realidad nos mostró que el ventajismo,  la zancadilla,  el maltrato  y  la burocratización,  serían el conjunto de operaciones imperantes desde su fundación,  hasta lo que tristemente es hoy.  Un resultado final, que nos recuerda experiencias históricas muy lamentables.

La gran realidad de hoy,  es que el PSUV es un cascaron vacío.  Y como derivación de este resultado,  están las derrotas electorales que hemos recibido desde su constitución.  Es un partido que se parece al gobierno y ni siquiera en mínimo grado al proceso revolucionario. Dicho proceso está muy vivo,  a pesar de los burócratas…  a pesar del PSUV…

En el 2007 perdimos ‘La Reforma’,  en el 2008 perdimos gobernaciones y alcaldías que  “eran nuestras”  y  en el 2010 en las elecciones parlamentarias,  como todo el mundo sabe,  sacamos menos votos que la derecha,  aunque eso pudo disfrazarse obteniendo más diputados que ellos.  Esto puede notarse ahora  –y en síntesis-,  en el pobre carácter político y de movilización de la presente campaña presidencial,  campaña que a la vez refleja el descontento,  la desmotivación  y  el distanciamiento moral  y  ético que hay entre los jefes burócratas del gobierno (que a la vez son ministros, diputados, y  -¡cómo no!,  ‘jefes’ del PSUV…  Ah,  y de una vaina que llaman  ‘polo patriótico’,  si mal no estoy)… y el pueblo.

Sin embargo,  consecuentemente este pueblo saldrá a votar por Chávez,  fundamentalmente porque no quiere nada con el Capital y su sistema.  Pero tampoco quiere nada con los burócratas,  esos mismos que repiten y repiten,  que tienen un partido con casi 8 millones de inscritos,  pero que jamás han convocado una mínima movilización independiente (porque no tienen convocatoria),  sino siempre cabalgando sobre la figura de Hugo Chávez,  pero  -cada vez-  con movilizaciones más exiguas.  Tanto, que ya ni dar discursos inspiran.  

Saquen sus conclusiones sobre quién -o qué cosa-  puede estar derrotado ya,  a  apenas  3  semanas del  7 de Octubre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario