Denuncian plan mediático para favorecer injerencia extranjera en Libia
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El periodista venezolano director del diario nacional Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, y el profesor universitario argentino Carlos Aznares, denunciaron este martes que los medios internacionales mantienen una estrategia para “convencer al mundo de que es conveniente una intervención extranjera en Libia”.
Ambos coincidieron en que medios de comunicación internacionales prevén esa acción sobre Libia a pesar de las nefastas consecuencias civiles que esto podría traer al país árabe.
En entrevista exclusiva con teleSUR, Diaz Rangel indicó en primera instancia que, sobre las revueltas populares generadas en Libia desde el pasado 17 de febrero, “hay mucha desinformación y deformación de noticias”.
En este sentido, indicó que “todas las agencias de noticias, particularmente las de mayor extensión, tienen una política informativa que está en armonía con los intereses de los países correspondientes”.
“La Associated Press (AP) coincide en su política informativa con los intereses políticos y económicos de los Estados Unidos y eso se repite con la Reuters de Inglaterra, con la Agencia France- Presse (AFP) en Francia, la Efe en España y en general todas las agencias”, explicó el periodista venezolano.
Sostuvo que “en Libia han tratado de crear una opinión pública mundial que favorezca la intervención militar, de la OTAN (Organización del Tratado Atlántico Norte) o de Estados Unidos junto con otros países”..
Alegó que las informaciones se han venido divulgando con el propósito de “crear esas condiciones anímicas en la población que justifiquen la invasión militar”.
La opinión coincidió con la de Aznares, quien también en entrevista exclusiva con teleSUR manifestó que la deformación de la información suele darse en temas puntuales que buscan exagerar en el drama en Libia para estimular la injerencia extranjera.
Como ejemplo, nombró que el caso del pasado 23 de febrero, cuando las “grandes agencias” divulgaron que un grupo del soldados del Ejército libio fueron fusilados por sus propios compañeros. Posteriormente se comprobó que los asesinos habían sido rebeldes opositores al Gobierno del líder libio Muammar Al Gaddafi.
Del mismo modo, hizo referencia al inicio del conflicto a mediados de febrero, cuando se comenzó a difundir que hubo bombardeos contra el pueblo en la capital del país, Trípoli, de cuyo hecho no hubo nunca alguna documentación.
Ante estos hechos, los dos especialistas en medios indicaron que los más viable como espectador es “tratar de ser objetivo” y “visualizar las dos caras de la situación”, reiterando que hay protestas tanto a favor como en contra de Gaddafi.
La crisis social en Libia, caracterizada por revueltas populares, se está desarrollando en ese país desde el pasado 17 de febrero. Opositores exigen la renuncia de Gaddafi, mientras masivas fuerzas defienden el Gobierno del líder libio.
Mientras continúan los intentos por la salida pacífica al conflicto interno, también hay organizaciones internacionales que siguen facilitando el ambiente para la intervención militar extranjera.
Una de ellas es la Unión Europea (UE) que este lunes envió una misión a la ciudad de Benghazi y además ha reconocido y apoyado públicamente la posición agresiva de los rebeldes.
El pasado jueves, Estados Unidos suspendió las relaciones diplomáticas con Libia y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, indicó que su país esperará la autorización de la comunidad internacional para concretar cualquier acción militar.
Además, el pasado jueves, el secretario general OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró que "la organización está unida y lista para actuar" contra Libia y anunció el despliegue de más embarcaciones al Mediterráneo, con la finalidad de controlar el embargo de armas aprobado por Naciones Unidas.
Contrario a estas acciones, la semana pasada la Unión Africana (UA) reiteró su repudio a la posibilidad de que una intervención extranjera pueda ejecutarse.
Con esta acción, el bloque se unió a otros como la Alianza Bolivariana de Pueblos de Nuestra América (ALBA), que ha instado a una solución pacífica y democrática sin injerencia de armas ni cuerpos militares extranjeros.
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