NIL NIKANDROV | Existe la impresión que Venezuela con su riqueza petrolera
sería el próximo país en la mira de ataque de Estados Unidos. Uno tendría
que ser un ingenuo para creer que –después de las cruzadas militares
norteamericanas sobre algunos países productores de petróleo en Asia y
África—los grandes yacimientos petroleros venezolanos, hasta ahora fuera del
control estadounidense, están a salvo del apetito de Washington.
Nil Nikandrov - Strategic Culture Foundation (Russia)
23 Jun. 2011 - De acuerdo con algunos cálculos, las reservas venezolanas
deberían durar entre 100 y 150 años bajo condiciones de intensa explotación.
La ahora permanente guerra de EEUU contra Venezuela por el petróleo, comenzó
en el mes de diciembre del 2002 cuando la gerencia del gigante petrolero
vnezolano PDVSA (Petróleos de Venezuela SA) se lanzó a la huelga
involucrando alrededor de 20 mil personas.
Los enemigos de Chávez esperaban que la desestabilización a través del
sector energético venezolano, las colas en las estaciones gasolineras y
problemas con el suministro de gas doméstico, haría pedazos al régimen
soberano, pero los seguidores bolivarianos no se rindieron. La huelga
terminó en derrota -para los golpistas- en el mes de febrero del 2003 y
PDVSA fue convertida en empresa estatal. La quinta columna enquistada en la
empresa fue denunciada y muchos de sus dirigentes huyeron del país. Unos 15
mil empleados del sector petrolero fueron despedidos y las pérdidas
producidas por el conflicto superaron los diez mil millones de dólares.
La reconstrucción de PDVSA fue una tarea árdua para el gobierno venezolano y
para aquella parte del personal que resistió a las amenazas y el chantaje de
los conspiradores. Las medidas que tomó Chávez apuntaron a fortalecer la
OPEP, sometiendo la producción de crudo a una reglamentación y manteniendo
precios razonables, esto contribuyó al aumento de la influencia que el
cartel ejerce mundialmente. Rusia, cuya economía es fortalecida por los
ingresos petroleros, se encuentra entre los beneficiarios. La acción de
Chávez también ayudó a Cuba, país que era ampliamente percibido como al
borde de una crisis energética.
Los pronósticos alarmistas acerca de Chávez y de sus planes, tales como la
original marca venezolana de socialismo, el suministro de petróleo con
descuento a países vecinos y el establecimiento de la alianza Petrocaribe,
fueron agitado como un espantapájaro por analistas estrechamente vinculados
a las grandes compañías internacionales petroleras pero no se concretizaron.
El régimen político venezolano y la posición de Chávez en la política
internacional se mantienen en gran medida por el potencial energético del
país y el caso venezolano representa la simple verdad que el control estatal
sobre las fuentes energéticas es en todos los casos, la clave para el
mantenimiento de la estabilidad nacional.
Sería ingenuo creer la explicación norteamericana que afirma que las
sanciones de Washington contra el sector petrolero venezolano y la empresa
PDVSA se deben únicamente por haber enviado un buque-tanque con 20 mil
toneladas de gasolina a Irán. El Sub Secretario de Estado, James B.
Steinberg insistió, en un mensaje más amplio de advertencia, que compañías
de otros países se exponen a sanciones similares si mantienen compromisos
energéticos con Teherán.
En verdad, hasta ahora las sanciones impuestas contra Venezuela se perciben
más o menos como un acto intimidatorio: el sector petrolero venezolano queda
excluido de desarrollar contratos con compañías norteamericanas o con
préstamos para importación y exportación sea incluso la adquisición de
tecnologías avanzadas para la extracción y refinamiento de petróleo. PDVSA
puede sobrevivir sin estas facilidades. Durante mucho tiempo la empresa se
ha mantenido alejada del gobierno norteamericano y las finanzas
estadounidenses y cuenta con un sólido parque de tecnologías.
Chávez respondió a la presiones del Departamento de Estado US vía Twitter:
«¿Sanciones contra la Patria de Bolívar, impuestas por un gobierno
imperialista gringo? Muy bien. ¡Entonces aplíquelas Sr. Obama! ¡No olvide
que nosotros somos los hijos de Bolívar!» y declaró que PDVSA no será
excluida del mercado norteamericano. Cuando se supo la noticia de las
sanciones el 24 de mayo 2011, el ministro venezolano de relaciones
exteriores, Nicolás Maduro, declaró a la prensa que el gobierno venezolano
estaba evaluando las potenciales consecuencias para la estabilidad de PDVSA
y el suministro de un millón doscientos mil barriles diarios al mercado
norteamericano. Maduro prometió «una respuesta adecuada a la agresión
imperialista» y dijo que Venezuela ahora más que nunca se comprometerá en
mantener relaciones fraternales con Irán, las cuales de ninguna manera
amenazan la paz mundial. El gobierno de Venezuela reafirmó varias veces que
los alegatos en relación con las supuestas ambiciones de Teherán en el campo
del armamento nuclear, es pura propaganda y un argumento nada serio.
Washington está difamando a Teherán así como difamó a Bagdad antes de
invadirlo. Los medios propagandísticos hicieron creer que Saddam Hussein
constituía un peligro inmediato pero se descubrió que ningún armamento de
destrucción masiva existía en Irak.
El gobierno de George W. Bush fue el mayor fabricante de estereotipos
anti-chavistas. Durante un tiempo se sostenía que Chávez apoyaba a
terroristas árabes y mantenía campos secretos de entrenamiento en la Isla de
Margarita en Venezuela, donde se sabe que reside una relativamente pequeña
comunidad árabe. Tiempo atrás, cuando visité la Isla de Margarita y más de
una vez, hablando ocasionalmente con amistosos vendedores árabes, no lograba
imaginar que alguna vez la CIA hubiese podido declara a estos pobladores
como guerrilleros de Hezbollah. Actualmente a este ficción-mito se le da
amplia cobertura mediática (en los EEUU) y cada jefe militar del Comando Sur
norteamericano pretende aún hoy que el campo de entrenamiento de
guerrilleros dice que se enceuntra en la Isla de Margarita. Otro mito
agitado por la CIA pretende que Irán explota yacimientos de uranio en el
estado de Bolívar en Venezuela y que operan con laboratorios en la zona.
Recientemente, el diario alemán Die Welt, salió con un curioso
descubrimiento, esta vez, se supone que Irán construirá una base misilística
en la Península de Paraguaná en Venezuela apuntando hacia Estados Unidos (a
propósito, hace un tiempo se le atribuyó a Rusia el mismo plan). Chávez
reaccionó rápidamente durante una reunión televisada de gobierno y mostró
algunas fotografías de la zona que dejan ver más bien molinos de viento,
diciendo que tal vez los satélites espías norteamericanos tuvieron algún
problema. El Vicepresidente Elías Jaua hizo un comentario muy serio,
señalando que Washington estaba buscando un pretexto otra vez para atacar a
Venezuela.
La hipótesis de Elías Jaua tiene mucha credibilidad. Las elecciones del 2012
se están acercando y las encuestas demuestran que los rivales de Chávez no
tienen ninguna chance. Hasta el día de hoy, Chávez no tiene serios rivales y
con iguales oportunidades de ganar. En respuesta a esta situación Estados
Unidos está tratando de alimentar conflictos internos en Venezuela siguiendo
un patrón como aquellos que estremecieron Túnez, Egipto y Libia, apoyándose
en las redes sociales de internet, las ONG pro norteamericanas, grupos
juveniles radicales y guerrilleros colombianos de las desmovilizadas Auto
Defensas Unidas de Colombia, AUC.
Los coordinadores de la conspiración están buscando posibles aliados entre
las filas del propio gobierno de Chávez. Numerosos elementos ambiciosos se
han separado o alejado de Chávez en el transcurso del tiempo y todos estos
son permanentemente bienvenidos e invitados por el canal Globovisión
controlado por la oposición. La campaña de propaganda adelantada por los
medios de oposición ha alcanzado proporciones impresionantes.
A los venezolanos se les insiste que su país es escenario de la delincuencia
desbocada, que los barones de la droga virtualmente no tienen límites y que
Chávez protege a los burócratas corruptos con el objetivo de conseguir su
apoyo. También se arguye que los ingresos petroleros de Venezuela se gastan
alegremente en su mayor parte para mantener a flote al ALBA y a Cuba
mientras que la infraestructura del país se encuentra descuidada, dejando a
la población expuesta a cortes de luz eléctrica y agua potable junto con una
recurrente escasez de alimentos.
Los medios de comunicación critican duramente la cooperación económica y
militar de Venezuela con Rusia y China. Por el momento, la capacidad
defensiva de Venezuela está resentida a consecuencia de las sanciones
norteamericanas contra CAVIM, la principal empresa venezolana de la defensa.
La explicación es que Washington se enferma de ver que otros proveedores se
coman su parte en el mercado mundial de venta de armamentos.
El asesinato de un político de oposición o de un grupo de activistas de
oposición podría ser organizado para provocar un estallido de agitación en
Venezuela. El resto del plan es bastante predecible –la OTAN tendría el
tristemente famoso Plan Balboa para el país.
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