Los que dicen que Capri es la nada, osea, los chavistas, no entienden nada de nothing. Lo primero que deben saber, pero claro, los chavistas no saben nada, es que el último alarido de la moda, osea, lo más cool, hot, nice y trendy, es el minimalismo, osea… Aunque el nombre suene así como dificilísimo, así como algo de eso que sale en los libros, resulta que el minimalismo es una cosa facilita de entender, claro, si eres de la gente decente y pensante de este país. Se trata, osea, de algo así como sin muchos adornos, osea, lo contrario de la sala de la casa de mi Tía Mayela que tiene, osea, unas lámparas de cristales, igualita a la que sale en La Bella y La Bestia de Disney, que yo juraba, osea, que era de diamantes de verdad, y como diez mil figuras de porcelana, con pinceladas de oro líquido, osea, derretido, osea, carísimo todo pero nada minimalista, osea, súper pasado de moda. Por eso Capri es así, porque el progreso es moda, o la moda es progreso, osea, y nuestro candidato, el que lidera a la gente decente y pensante y, de paso, bella de este país, no puede estar pasado de moda. Capri no es la nada, Capri es minimalista. Un candidato minimalista no debe hablar mucho porque si habla mucho sería muchomalista y eso todavía no está de moda. Por eso los think tanks le han dicho que diga tres cositas, simples, porque el minimalismo es simple porque si no fuera simple sería como la casa de mi Tía Mayela, osea, full rococó, osea pasada de moda. ¿Me siguen, losers? Las cosas simples no las entiende sino la gente que entiende de estas cosas complicadísimas como la moda. Por eso cuando Capri dice “Chocolate dulcito”, los chavistas no entienden y creen que dijo algo que no tiene sentido, pero eso es porque no saben, osea, que las elecciones son en octubre, osea, en plena temporada otoño-invierno en el mundo de la moda y Capri, osea, lo que nos está diciendo, es que el color chocolate dulce, osea, con leche, osea marrón pero no tanto, será el color que marque las tendencias de a vitrinas del este del Este y de Mayami, osea, me iría demasiado. Osea, lo que quiero decir es que Capri, osea, se adelanta a las tendencias y eso es progreso por adelantado, osea. Además en su discurso podemos ver su preocupación por el deterioro de la imagen del país, osea. Por eso no desmaya en su lucha… bueno, sí se desmayó, dos veces, pero de tanto luchar, contra la gordura que tanto afea a este, el país de la belleza. Y esto es hurribli porque, por más que yo sude en el gym, si el presidente, que supuestamente nos representa, es gordo, osea, la comunidad internacional va a creer que aquí todos tenemos celulitis, osea, y eso es una injusticia culpa del mismo fulano que se llena la boca con ese discurso, nada minimalista de la justicia social. Osea... La Kiki |
miércoles, 4 de julio de 2012
Animal pequeño
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