Julio Escalona
Hoy, a esta hora, el pueblo chavista
ya está en la calle celebrando
junto con Hugo Chávez su
inscripción como candidato para el
periodo 2013 - 2019.
Apostamos por un periodo para la
aplicación de las tres erres al cuadrado,
que supere los errores. Nuestra
apuesta es a que el proceso de politización
que el presidente Chávez ha liderado,
se esté concretando ya en unidad
cívico-militar que impulsa el voto
masivo y consciente por el presidente
Chávez como garantía de que procesos
nacional-mundiales se desplieguen a
favor de la humanidad y el planeta.
Está en peligro la existencia de la humanidad
en este planeta Tierra, pues
nunca como ahora se desarrolla una
guerra global y permanente contra
los seres humanos y los ecosistemas.
La mercantilización de todo avanza
esclavizando a los hoy asalariados
sobre explotando mares, ríos, tierras
fértiles, etc., tratando de garantizar la
sobrevivencia del capital, aun cuando
ello está provocando la muerte de toda
la creación.
La cúpula militar-financiera mundial
está destruyendo la democracia,
la paz, los derechos humanos y de la
Madre Tierra, multiplicando el empobrecimiento
de los seres humanos y la
naturaleza. Un millón de hambrientos
gritan desde todos los confines de la
tierra clamando justicia y libertad.
Mientras la globalización neoliberal
desmantela los derechos de los
trabajadores y la Madre Tierra, en
Venezuela vivimos un momento de
reafirmación. No hay regreso hacia
el estado del bienestar. Si nuestro
proceso no avanza, ello puede llevar
hacia la reafirmación de la fascistización
que domina al planeta.
En Europa, Estados Unidos , África,
Asia y América Latina y el Caribe, los
nombres de Venezuela y Hugo Chávez
retumban como una esperanza. Tenemos
el deber de combinar la crítica con
la unidad y la importancia de obtener
una contundente victoria el 7-O.
Esa es la tarea del momento, que
pasa por derrotar la invasión paramilitar
y de los narcotraficantes, que
impulsan la desestabilización mediante
el microtráfico de drogas, redes de
microcréditos, el sicariato, la guerra
de pandillas, los secuestros y, en general,
la promoción de la inseguridad y
eventualmente el magnicidio.
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