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WikiLeaks: Recolector de secretos en gotas
Diego Aznar / daznar@cadena-capriles.com | domingo, 05 diciembre 2010 10:12 a.m.
Decir la verdad cueste lo que cueste, para bien o para mal, es la premisa que rige la vida de WikiLeaks y de su representante, Julian Assange, a la hora de recoger las gotas de las filtraciones (leaks) de información.
Assange se convirtió en héroe para unos y villano para otros, pero políticamente incorrecto para la mayoría. La naturaleza de la organización sin fines de lucro le sumó muchos aliados y poderosos enemigos.
Era algo que desde que nació WikiLeaks en 2007 se sabía que pasaría, por lo que Assange, un ex hacker australiano, ideó un sistema de protección para sus fuentes tan complicado que los programadores de sus detractores todavía no han podido romper las barreras. Se esfuerzan van en buscar los huecos por los que gotean sus propios secretos para ponerles un parche, o minimizar los daños una vez expuestos al público.
WikiLeaks fue ideado en un principio para no tener un rostro que se pueda perseguir, según explicó Daniel Domsheit-Berg, uno de los fundadores y ex vocero de la página. Abandonó la organización no muy contento con Assange.
Cuando WikiLeaks comenzó a levantar polvareda, la gente empezó a preguntarse quién estaba detrás de todo. Fue cuando Assange decidió darle su cara a esa fortaleza digital de lenguas largas. WikiLeaks nació, según la propia página, inspirada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que rige la libertad de opinión y expresión. También como una necesaria fuente de información dura que ayude a fiscalizar el poder, sea este poder gubernamental, religioso o corporativo.
Hoy WikiLeaks es una pesadilla para los que se han visto expuestos como su principal enemigo, según Assange, el Gobierno de Estados Unidos. Una maquinaria que encierra planes para seguir existiendo de forma autónoma aunque los enemigos de Assange logren atraparlo. "WikiLeaks seguirá siendo operativa sin mí, aunque menos efectiva".
En estos tres años WikiLeaks recibió "ataques legales e ilegales" desde varios frentes: "El Pentágono, el Buró de Seguridad Pública de China, el ex presidente de Kenya, el Primer Ministro de las Islas Bermudas, la Cienciología, las iglesias Católica y Mormona, el más grande de los bancos suizos y compañías rusas. WikiLeaks ha publicado más documentos clasificados de inteligencia que la prensa mundial combinada".
La tecnología de la pesadilla En su natal Australia, Julian Assange enfrentó cargos por entrar ilegalmente al sistema de una compañía de telecomunicaciones. La experiencia, aunque no del todo legal, le sirvió para saber cómo proteger el origen de las filtraciones de información.
La misma organización explica al público cómo lo hace, aunque no da todos los detalles para no vulnerar los procesos. WikiLeaks ofrece un enlace o link disponible en su página para enviar por ese canal las filtraciones a una "drop box" (caja de gotas).
El link ofrece un servidor entre varios que tiene la organización en múltiples jurisdicciones en todo el mundo. Los documentos digitales se enrutan en países cuyas leyes dan una fuerte protección a los periodistas y las fuentes.
WikiLeaks también ofrece utilizar el software TOR Network, que protege a los usuarios ante cualquier tipo de vigilancia computarizada, incluyendo el análisis de tráfico que en ocasiones practican los equipos de seguridad estatales, algo que, según comenta el programador y diseñador web Ciro Durán, no es tan complicado.
Explica que WikiLeaks agrega un sistema de encriptado sobre los servidores para proteger a sus fuentes al dejar caer la gotera. Es lo mismo que utilizan los bancos para proteger a sus clientes de banca electrónica contra fraudes, una codificación interna de la página web que un intruso debe decodificar antes de poder tener acceso a la información.
Al principio de la dirección de las páginas aparecen las siglas http (en español, protocolo de transferencia de hipertexto), pero cambia a https (por "seguro") cuando el espacio está encriptado.
Gmail utiliza este sistema para cuando el usuario entra a su bandeja de correo. Según WikiLeaks, su protección es de calidad bancaria y militar, y Durán señala que ciertamente es "bastante fuerte". No se piden datos de acceso a los informantes, lo que no sólo ayuda a mantener su anonimato para todos, sino que dificulta la intercepción de la información.
Los diferentes servidores con múltiples jurisdicciones tienen nombres que no están relacionados con WikiLeaks, lo que camufla todavía más las fuentes contra cualquier investigación que les esté pisando los talones y revise sus envíos de documentos. Además, recomiendan no enviar los archivos en aplicación Word porque ésta guarda datos de la computadora en la que fue creado el documento. Lo mejor es que sean transformados a PDF (Formato de Documento Portátil).
"Sin un análisis global especializado del tráfico en Internet, varias partes de nuestra organización deben conspirar unas contra otras para poder sacar a las fuentes de su anonimato". Afirman en la página que, hasta donde saben, nadie de WikiLeaks ha revelado hasta ahora la identidad de algún informante.
En estos momentos la organización no está dando enlaces o links para enviar información porque está rediseñando el sistema para hacerlo "más seguro y fácil de usar".
Las fuentes con filtraciones de alto riesgo pueden usar el sistema postal convencional, para lo que WikiLeaks da una dirección en Australia en la que colaboradores de la organización digitalizan los datos para publicarlos en conjunto con el análisis de un periodista que procesa los datos y verifica relevancia, intereses, veracidad y riesgos para los involucrados.
Es un juego del gato y el ratón en el que los roedores tienen demasiados escondrijos muy bien elaborados. Assange lo sabe y conoce también el hálito de riesgo bajo el que se mueve, por ello difundió en la web hace semanas un documento encriptado de 1.4 gigabites denominado insurance.aes256 (seguro.aes256). AES256 es un sistema de encriptado utilizado por el Gobierno norteamericano.
No dio explicaciones sobre su contenido y crecieron especulaciones de páginas especializadas a las que agencias como ABC y EFE le han hecho eco. Según EFE, la página Cryptome especuló sobre el documento diciendo que es un seguro de vida. Si algo le pasaba a WikiLeaks o a Assange, los voluntarios revelarían el código para abrir el archivo. Dentro, podría estar la Caja de Pandora con los secretos que quedan por divulgar.
Los fondos de la pesadilla. Hendrik Fulda es el vicepresidente de la fundación Wau Holland, que maneja el dinero que le es donado a WikiLeaks. Declaró para XLSemana y CNN sobre los fondos de la organización, que si bien pasaron por malos momentos, hoy están recuperados.
En diciembre de 2009 la página cerró por falta de dinero, pero en enero retornaron las contribuciones. Después de publicar el video de "asesinato colateral", que muestra al helicóptero apache estadounidense disparando contra civiles y reporteros de Reuters en Irak pensando que eran irregulares armados, entraron cerca de $150.000 en dos días.
Hoy "recibe pequeñas donaciones, de unos 20 euros, pero también grandes aportes por encima de los 50.000 euros (…) la mayor parte viene luego de una revelación", señaló Fulda. WikiLeaks no paga un salario para ninguno de sus miembros y gasta en viajes y equipos.
El financiamiento puede ser directamente a la fundación, a la cuenta en Suiza de Assange, a la cuenta de la Sunshine Press Producción (una persona jurídica de WikiLeaks con cuenta en Islandia que estuvo detrás de la organización desde un principio), transferencia electrónica con tarjeta de crédito y por correo convencional.
La organización utilizo los servicios de MoneyBookers para el servicio de PayPal (pagos electrónicos), pero la compañía suspendió la cuenta de WikiLeaks en octubre porque ésta estaba en una lista de vigilancia del Gobierno estadounidense, aunque nada indicaba que ello fuese cierto. Ni siquiera Fulda conoce quiénes aportan dinero para WikiLeaks, la identidad de ellos está tan protegida como la de las fuentes que envían las filtraciones.
La publicación de las más recientes filtraciones generaron contra la página ataques cibernéticos que la obligaron a recoger las goteras desde otro refugio. Amazon los sacó del servidor y EveryDNS.net finalizó el servicio, pero WikiLeaks sigue en pie a través de la dirección http://213.251.145.96/ y otras dos también con algoritmos numéricos hospedadas en Suiza. Mientras, Julian Assange sigue en la fuga persiguiendo las goteras de secretos, para bien o para mal.
Los datos detrás de Wikileaks No siempre las fuentes se han salvado. En Kenia, dos abogados especializados en derechos humanos que colaboraron con WikiLeaks fueron asesinados en marzo de 2009. No hay pruebas de que el móvil fuese por hablar.
Bradley Manning, un soldado estadounidense, fue acusado de traición a la patria por EEUU cuando Adrián Lamo, un hacker confidente, confesó lo que Manning había hecho.
Manning fue quien facilitó a WikiLeaks la información sobre Irak y Afganistán, incluido el video del "asesinato colateral".
En los "leaks" sobre guerra hay información de Guantánamo, la cárcel de Fallujah, datos de Afganistán y entrenamiento de escuadrones de la muerte contra revoluciones, entre otras.
Los cables diplomáticos hablan de sospechas de que Venezuela importó aviones no tripulados desde Irán a través de Turquía, transportándolo como equipo electrónico.
Assange está acostumbrado a vivir en el secreto, encripta sus correos electrónicos y hasta sus llamadas, y procura nunca dejar rastro.
Cuando era hacker su nombre clave era Mendax. El juicio por entrar en el sistema de la telefónica canadiense Nortel lo hizo pagar una pequeña multa.
Se define a sí mismo como periodista y critica el debilitamiento de la profesión.
Julian Assange y Osama Bin Laden
Daniel Ellsberg fue quien en 1971 filtró los Papeles del Pentágono. Por ello, el secretario de Estado Henry Kissinger lo nombró "El hombre más peligroso de América". Pero para Ellsberg el título se lo llevó Assange como el más peligroso del mundo. Admite que el director de WikiLeaks debe cuidarse.
El hacker comenta que el Pentágono tiene 120 personas trabajando en un "gabinete de crisis WikiLeaks", y la Interpol emitió circular roja en su contra por una denuncia de acoso sexual que le sigue la justicia suiza, país que le negó la residencia.
Australia reunió delitos informáticos para atraparlo y Estados Unidos busca demandarlo por espionaje. Hay quienes quieren declarar a WikiLeaks como terroristas y otros, como el Primer Ministro canadiense, piden la muerte de Assange. Mientras, Ecuador le ofreció asilo. Pero él parece un hombre invisible.
Assange se convirtió en héroe para unos y villano para otros, pero políticamente incorrecto para la mayoría. La naturaleza de la organización sin fines de lucro le sumó muchos aliados y poderosos enemigos.
Era algo que desde que nació WikiLeaks en 2007 se sabía que pasaría, por lo que Assange, un ex hacker australiano, ideó un sistema de protección para sus fuentes tan complicado que los programadores de sus detractores todavía no han podido romper las barreras. Se esfuerzan van en buscar los huecos por los que gotean sus propios secretos para ponerles un parche, o minimizar los daños una vez expuestos al público.
WikiLeaks fue ideado en un principio para no tener un rostro que se pueda perseguir, según explicó Daniel Domsheit-Berg, uno de los fundadores y ex vocero de la página. Abandonó la organización no muy contento con Assange.
Cuando WikiLeaks comenzó a levantar polvareda, la gente empezó a preguntarse quién estaba detrás de todo. Fue cuando Assange decidió darle su cara a esa fortaleza digital de lenguas largas. WikiLeaks nació, según la propia página, inspirada en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que rige la libertad de opinión y expresión. También como una necesaria fuente de información dura que ayude a fiscalizar el poder, sea este poder gubernamental, religioso o corporativo.
Hoy WikiLeaks es una pesadilla para los que se han visto expuestos como su principal enemigo, según Assange, el Gobierno de Estados Unidos. Una maquinaria que encierra planes para seguir existiendo de forma autónoma aunque los enemigos de Assange logren atraparlo. "WikiLeaks seguirá siendo operativa sin mí, aunque menos efectiva".
En estos tres años WikiLeaks recibió "ataques legales e ilegales" desde varios frentes: "El Pentágono, el Buró de Seguridad Pública de China, el ex presidente de Kenya, el Primer Ministro de las Islas Bermudas, la Cienciología, las iglesias Católica y Mormona, el más grande de los bancos suizos y compañías rusas. WikiLeaks ha publicado más documentos clasificados de inteligencia que la prensa mundial combinada".
La tecnología de la pesadilla En su natal Australia, Julian Assange enfrentó cargos por entrar ilegalmente al sistema de una compañía de telecomunicaciones. La experiencia, aunque no del todo legal, le sirvió para saber cómo proteger el origen de las filtraciones de información.
La misma organización explica al público cómo lo hace, aunque no da todos los detalles para no vulnerar los procesos. WikiLeaks ofrece un enlace o link disponible en su página para enviar por ese canal las filtraciones a una "drop box" (caja de gotas).
El link ofrece un servidor entre varios que tiene la organización en múltiples jurisdicciones en todo el mundo. Los documentos digitales se enrutan en países cuyas leyes dan una fuerte protección a los periodistas y las fuentes.
WikiLeaks también ofrece utilizar el software TOR Network, que protege a los usuarios ante cualquier tipo de vigilancia computarizada, incluyendo el análisis de tráfico que en ocasiones practican los equipos de seguridad estatales, algo que, según comenta el programador y diseñador web Ciro Durán, no es tan complicado.
Explica que WikiLeaks agrega un sistema de encriptado sobre los servidores para proteger a sus fuentes al dejar caer la gotera. Es lo mismo que utilizan los bancos para proteger a sus clientes de banca electrónica contra fraudes, una codificación interna de la página web que un intruso debe decodificar antes de poder tener acceso a la información.
Al principio de la dirección de las páginas aparecen las siglas http (en español, protocolo de transferencia de hipertexto), pero cambia a https (por "seguro") cuando el espacio está encriptado.
Gmail utiliza este sistema para cuando el usuario entra a su bandeja de correo. Según WikiLeaks, su protección es de calidad bancaria y militar, y Durán señala que ciertamente es "bastante fuerte". No se piden datos de acceso a los informantes, lo que no sólo ayuda a mantener su anonimato para todos, sino que dificulta la intercepción de la información.
Los diferentes servidores con múltiples jurisdicciones tienen nombres que no están relacionados con WikiLeaks, lo que camufla todavía más las fuentes contra cualquier investigación que les esté pisando los talones y revise sus envíos de documentos. Además, recomiendan no enviar los archivos en aplicación Word porque ésta guarda datos de la computadora en la que fue creado el documento. Lo mejor es que sean transformados a PDF (Formato de Documento Portátil).
"Sin un análisis global especializado del tráfico en Internet, varias partes de nuestra organización deben conspirar unas contra otras para poder sacar a las fuentes de su anonimato". Afirman en la página que, hasta donde saben, nadie de WikiLeaks ha revelado hasta ahora la identidad de algún informante.
En estos momentos la organización no está dando enlaces o links para enviar información porque está rediseñando el sistema para hacerlo "más seguro y fácil de usar".
Las fuentes con filtraciones de alto riesgo pueden usar el sistema postal convencional, para lo que WikiLeaks da una dirección en Australia en la que colaboradores de la organización digitalizan los datos para publicarlos en conjunto con el análisis de un periodista que procesa los datos y verifica relevancia, intereses, veracidad y riesgos para los involucrados.
Es un juego del gato y el ratón en el que los roedores tienen demasiados escondrijos muy bien elaborados. Assange lo sabe y conoce también el hálito de riesgo bajo el que se mueve, por ello difundió en la web hace semanas un documento encriptado de 1.4 gigabites denominado insurance.aes256 (seguro.aes256). AES256 es un sistema de encriptado utilizado por el Gobierno norteamericano.
No dio explicaciones sobre su contenido y crecieron especulaciones de páginas especializadas a las que agencias como ABC y EFE le han hecho eco. Según EFE, la página Cryptome especuló sobre el documento diciendo que es un seguro de vida. Si algo le pasaba a WikiLeaks o a Assange, los voluntarios revelarían el código para abrir el archivo. Dentro, podría estar la Caja de Pandora con los secretos que quedan por divulgar.
Los fondos de la pesadilla. Hendrik Fulda es el vicepresidente de la fundación Wau Holland, que maneja el dinero que le es donado a WikiLeaks. Declaró para XLSemana y CNN sobre los fondos de la organización, que si bien pasaron por malos momentos, hoy están recuperados.
En diciembre de 2009 la página cerró por falta de dinero, pero en enero retornaron las contribuciones. Después de publicar el video de "asesinato colateral", que muestra al helicóptero apache estadounidense disparando contra civiles y reporteros de Reuters en Irak pensando que eran irregulares armados, entraron cerca de $150.000 en dos días.
Hoy "recibe pequeñas donaciones, de unos 20 euros, pero también grandes aportes por encima de los 50.000 euros (…) la mayor parte viene luego de una revelación", señaló Fulda. WikiLeaks no paga un salario para ninguno de sus miembros y gasta en viajes y equipos.
El financiamiento puede ser directamente a la fundación, a la cuenta en Suiza de Assange, a la cuenta de la Sunshine Press Producción (una persona jurídica de WikiLeaks con cuenta en Islandia que estuvo detrás de la organización desde un principio), transferencia electrónica con tarjeta de crédito y por correo convencional.
La organización utilizo los servicios de MoneyBookers para el servicio de PayPal (pagos electrónicos), pero la compañía suspendió la cuenta de WikiLeaks en octubre porque ésta estaba en una lista de vigilancia del Gobierno estadounidense, aunque nada indicaba que ello fuese cierto. Ni siquiera Fulda conoce quiénes aportan dinero para WikiLeaks, la identidad de ellos está tan protegida como la de las fuentes que envían las filtraciones.
La publicación de las más recientes filtraciones generaron contra la página ataques cibernéticos que la obligaron a recoger las goteras desde otro refugio. Amazon los sacó del servidor y EveryDNS.net finalizó el servicio, pero WikiLeaks sigue en pie a través de la dirección http://213.251.145.96/ y otras dos también con algoritmos numéricos hospedadas en Suiza. Mientras, Julian Assange sigue en la fuga persiguiendo las goteras de secretos, para bien o para mal.
Los datos detrás de Wikileaks No siempre las fuentes se han salvado. En Kenia, dos abogados especializados en derechos humanos que colaboraron con WikiLeaks fueron asesinados en marzo de 2009. No hay pruebas de que el móvil fuese por hablar.
Bradley Manning, un soldado estadounidense, fue acusado de traición a la patria por EEUU cuando Adrián Lamo, un hacker confidente, confesó lo que Manning había hecho.
Manning fue quien facilitó a WikiLeaks la información sobre Irak y Afganistán, incluido el video del "asesinato colateral".
En los "leaks" sobre guerra hay información de Guantánamo, la cárcel de Fallujah, datos de Afganistán y entrenamiento de escuadrones de la muerte contra revoluciones, entre otras.
Los cables diplomáticos hablan de sospechas de que Venezuela importó aviones no tripulados desde Irán a través de Turquía, transportándolo como equipo electrónico.
Assange está acostumbrado a vivir en el secreto, encripta sus correos electrónicos y hasta sus llamadas, y procura nunca dejar rastro.
Cuando era hacker su nombre clave era Mendax. El juicio por entrar en el sistema de la telefónica canadiense Nortel lo hizo pagar una pequeña multa.
Se define a sí mismo como periodista y critica el debilitamiento de la profesión.
Julian Assange y Osama Bin Laden
Daniel Ellsberg fue quien en 1971 filtró los Papeles del Pentágono. Por ello, el secretario de Estado Henry Kissinger lo nombró "El hombre más peligroso de América". Pero para Ellsberg el título se lo llevó Assange como el más peligroso del mundo. Admite que el director de WikiLeaks debe cuidarse.
El hacker comenta que el Pentágono tiene 120 personas trabajando en un "gabinete de crisis WikiLeaks", y la Interpol emitió circular roja en su contra por una denuncia de acoso sexual que le sigue la justicia suiza, país que le negó la residencia.
Australia reunió delitos informáticos para atraparlo y Estados Unidos busca demandarlo por espionaje. Hay quienes quieren declarar a WikiLeaks como terroristas y otros, como el Primer Ministro canadiense, piden la muerte de Assange. Mientras, Ecuador le ofreció asilo. Pero él parece un hombre invisible.
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