a fiesta invisible
Cuando el Director del diario ‘El Oportuno’ le dijo a Margot de la Sota que se encargara de todo lo relacionado con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe -CELAC-, la periodista se alegró porque consideraba que ese era el evento más importante que se estaba realizando en América Latina. Llamó a su fotógrafo Frasso Monteverde y se fue a Miraflores a cubrir la llegada de Juan Manuel Santos, el Presidente de Colombia, y allí le preguntó por su presencia en la CELAC. Y el Presidente dijo que “sí, aquí estaré nuevamente para esa importante cita”.
Después llegó la Presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, y también la periodista se acercó a Miraflores a preguntarle por la CELAC y “aquí estamos porque creemos en nuestra propia gente y en nuestros propios instrumentos de integración”, le dijo la Presidenta.
Y los días anteriores, la periodista (Margot) veía cómo Caracas iba cambiando. Había pendones con la cara de los patriotas latinoamericanos. Había afiches y limpieza, y anunciaban a ‘Calle 13’ y Gustavo Dudamel… y Caracas era una fiesta.
La periodista escribía sus notas y se metía en los periódicos digitales y allí iba a ‘Rebelión’ y leía la importancia de la cumbre de la CELAC, y la presencia de los 33 países que la conformaban. Y después veía por el canal ocho una serie de comerciales acerca de la comida de todos los países visitantes y acerca de la historia de esos países, en fin, el país estaba viviendo uno de los hechos más transcendentes de la historia americana.
Sin embargo, a medida que se acercaba la fecha de poner en práctica la idea Bolivariana de 1824, cuando Simón Bolívar convocó al Congreso de Panamá, la periodista Margot se dio cuenta de que en los medios privados nacionales, tanto en prensa, radio y televisión, no aparecía nada en lo relativo a la importancia de este hecho. Leía detenidamente la prensa escrita y sólo se encontraba con noticias que no eran noticias y con informaciones que nunca hubiesen salido en la primera página de ningún periódico. La cumbre de la CELAC, sin embargo, no aparecía por ninguna parte. Veía los demás canales y allí el tiempo se iba en declarar en torno a los pre-candidatos de la Mesa de Unidad y la delincuencia y el deporte.
Entonces, ante la realidad mediática que veía, leía y escuchaba todos los días, donde la Cumbre de la CELAC no estaba en ningún medio, la periodista Margot de la Sota escribió un trabajo que llamó ‘La Fiesta Invisible’, donde narraba -precisamente- el abandono de la realidad por parte del periodismo venezolano.
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