Las “escuelas charter” (charter schools) continúan estratificando a los estudiantes según la raza, clase y posiblemente la lengua, mientras virtualmente existe más aislacionamismo racial en las escuelas públicas tradicionales de cada estado y grandes zonas metropolitanas del país. La actual expansión de las “escuelas charter” marca un proceso de privatización de las escuelas públicas.
Las “escuelas charter” a menudo se comercializan como incubadoras de innovación educativa y conforman una característica dominante del orden del día en la reforma escolar de la administración Obama. Pero de hecho, en algunas comunidades urbanas pueden fomentar la segregación en las escuelas y socavar la enseñanza pública.
Un estudio del Proyecto Derechos Civiles de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA, sigla en inglés), “Opción sin Equidad: La segregación en la escuela autónoma y la necesidad de estándares de derechos civiles”, asegura que las “escuelas charter”, particularmente en el oeste de EEUU, son refugios para la re-segregación blanca en las escuelas públicas. “El movimiento de las “charters” ha prosperado en un período de retroceso de los derechos civiles”, declaró el profesor Gary Orfield, codirector del proyecto UCLA.
En muchas “escuelas charter”, el 90% a 100% del alumnado son estudiantes de la minoría [negra y latina], cerca del doble del índice de las escuelas públicas tradicionales. Pero incluso las “escuelas charter”, que tienen la misión social de promover la equidad económica y racial, todavía sobrepasan los límites planteados por la selectividad y la exclusión.
La política nacional de educación de Obama apoya la expansión de “escuelas charter” para minar la enseñanza pública y los sindicatos de maestros. Obama quiere atar el pago de los profesores al rendimiento del estudiante, que sería medido mediante un test con puntajes. Los sindicatos de profesores de toda la nación son contrarios al pago por méritos basados en el rendimiento escolar, mientras los profesores quieren igualdad de salario por igual trabajo y garantías de un financiamiento justo para las escuelas de alumnos de bajos ingresos. Los sindicatos de profesores de “escuelas charter” son conocidos por su resistencia a esta práctica [basada en el rendimiento escolar] y alegan que conduce a la segregación, no sólo de la población estudiantil sino también de la fuerza de trabajo educacional.
La expansión actual de las “escuelas charter” es lisa y llanamente un proceso de privatización de las escuelas públicas. Se arguye que las escuelas no están mejorando, pero en cambio se sustituyen escuelas públicas por instituciones privadas “sin fines de lucro” y sin sindicatos. A menudo, las “escuelas charter” son acusadas de crear “estudiantes cosechadores de cerezas” por imponer tests con exigencias más altas, abandonando a los alumnos de ingresos bajos y dificultando la enseñanza a estudiantes de sistemas públicos inadecuadamente financiados. El ministro de educación de Obama, Arne Duncan, mientras fue Superintendente de Escuelas en Chicago [estado Illinois] cerró 70 escuelas de vecindarios pobres, con el resultado de la pérdida de 6.000 profesores sindicalizados.
El novato senador Obama de Illinois duplicó la cantidad de “escuelas charter” en su estado, a pesar de las reservas de profesores, líderes de la comunidad y sindicatos. Aparentemente, Obama comparte la retórica ideológica de que las “escuelas charter” serían de alguna manera locomotoras de la innovación que promete mejorar los resultados de todas las escuelas públicas, pero lisa y llanamente el ímpetu real detrás de las “escuelas charter” no apunta a la innovación, ni a mejorar las “escuelas charter”, sino a privatizar las escuelas públicas.
El 30 de julio de 2009 el Comité de Asignaciones del Senado aprobó un aumento de 40 millones de dólares para el financiamiento de Programas Federales de “Escuelas Charter” (CSPs), elevando la financiación total a 256 millones para el ejercicio económico 2010. También incluyó la aprobación de inversiones significativas en la reforma educativa, alineada fuertemente entre las prioridades de la administración Obama. El desembolso sin precedentes considera una gota para los sindicatos de trabajadores de la educación: el dinero fluirá a los distritos que alteran los pagos y las disposiciones sobre antigüedad de los contratos entre los estados y los sindicatos, desplegando la alfombra para las “escuelas charter” (sobre todo aquellas sin sindicatos).
Las escuelas públicas ahora serán forzadas a elegir el estímulo del dinero por sobre la política, una forma de extorsión económica en aras del creciente control federal y corporativo en la toma de decisiones, especialmente en un momento en que muchos de estos estados están financieramente insolventes. Los operadores no lucrativos y privados de “escuelas charter” están listos para hacer grandes aumentos al paquete de incentivo federal. Varios estados ya han enmendado sus leyes para ampliar las “escuelas charter”, con financiamiento público pero gestión privada.
Cuanto hace la administración Obama, con el secretario de educación Arne Duncan, es parte integrante de la adopción de típicas normas neo-liberales: manejo de fondos federales de estímulo como arma financiera para forzar a todos los estados a incrementar la cantidad de “escuelas charter”, así aquellos estados que no las tengan están presionados para aprobar la legislación que las autoriza. Torciendo el brazo financiero en medio de la desastrosa crisis económica, la administración Obama planea utilizar el poder del gobierno federal para crear un mercado nacional mucho más grande para los proveedores de “escuelas charter”, tengan o no fines lucrativos, sean virtuales “escuelas charter”, EMOs (sigla en inglés de empresas conocidas como Organizaciones de Mantenimiento de la Educación) o sólo operadores.
Utilizar al gobierno para crear interesantes oportunidades de negocios está en el corazón de las políticas económicas neoliberales y porque los devotos del mercado necesitan y disfrutan del gobierno, el papel de éste es impulsar legislación que desencadene políticas públicas favorables a negocios rentables y estimuladores de la maximización del capital privado, mientras los costos privados se cargan al público.
La historia real y las perspectivas de la futura política educativa de la nación se pueden entender mejor conociendo la implicación histórica de Arne Duncan en apoyo a las políticas neoliberales creadas en Chicago bajo el proyecto Renacimiento 2010, un proyecto corporativo para reformar la ciudad y sus escuelas públicas con el intento de crear escuelas y espacios geográficos que sirvan para atraer profesionales que se creen necesarios en una ciudad global del siglo 21. Renacimiento 2010 colocara la enseñanza pública bajo el control de los líderes corporativos que apuntan convertir en “charters” a las escuelas públicas y contraer la educación, rompiendo el poder de los sindicatos del magisterio y entregando la administración de las “escuelas charter” recientemente creadas a “proveedores” agradecidos, sociedades privadas, filántropos e intereses comerciales. Duncan, como ex director ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, sigla en inglés), fue un eficiente promotor de las políticas neo-liberales y las necesidades legislativas dictadas por las sociedades corporativas de la elite y sus representantes políticos.
Duncan supervisó personalmente en 2004 el cierre frustrado de 20 escuelas públicas de Chicago en vecindarios de bajos ingresos según el color racial. Hizo muy poco, o nada, por la comunidad, gerenciando, por lo menos por una época, el menosprecio a los forasteros entrometidos, así como a los padres y sus niños, que pudieron haber suscitado objeciones a los planes del director ejecutivo para las escuelas, o por lo menos sugerencias decisorias de la comunidad.
De hecho, los rápidos aumentos de programas militares introducidos en las escuelas públicas de Chicago realmente ocurrieron durante gran parte durante el mandato de Duncan como jefe de las CPS. Las Escuelas Públicas de Chicago tienen cinco High Schools secundarias militarizadas, más que cualquier otra ciudad de la nación, y 21 programas del “cuerpo del cadetes en la escuela secundaria”. Las High Schools secundarias militarizadas enseñan historia militar y tienen un estilo militar de disciplina. Los estudiantes visten uniformes militares, reciben entrenamiento militar y participan en campos militarizados de verano. La estructura de la autoridad jerárquica refleja al ejército, la marina de guerra y la infantería de marina, con los nuevos estudiantes (“cadetes”) bajo el comando de estudiantes mayores que trabajan a su manera y requieren obediencia de aquellos de las “filas más bajas”. Todas las High Schools secundarias militarizadas están en comunidades de afroamericanos, y todos los programas para cadetes de la escuela secundaria se aplican en escuelas predominantemente negras o latinas. (Véase Censurado 2010, capítulo 1, menciones honrosas).
La toma de posesión de las “escuelas charter” se ha alcanzado quietamente en Detroit y Washington, donde alrededor de la mitad de los niños escolares de cada ciudad ahora estudian en “charters”. Bajo el control de emergencia de un encargado designado por el estado Michigan, Detroit abrió a lo menos 29 de estas escuelas y puso bajo control de grupos privados de gestión a muchas High Schools secundarias. El objetivo siguiente es disminuir a los profesores. La propuesta de reducir los salarios en 10%, la eliminación de aumentos por etapas y las crecientes multas por paros laborales, a partir de 250 a 7.500 dólares por día, motivaron las protestas de miles de profesores de Detroit a finales de agosto de 2009.
La política educacional de Obama se diferencia poco de la política de la administración Bush de amarrar el desempeño del estudiante y el profesor que muchos miembros de la comunidad educativa, y de más allá, llaman evaluaciones inauténticas, que actualmente fuerzan a los profesores a enseñar según el test y a hacer poco para animar el pensamiento crítico o la solución colectiva de problemas. Tampoco la política de Obama parece diferenciarse mucho en el diseño de metas para una expansión rápida de las redes de “escuelas charter” y la conversión en lucrativos de los proveedores beneficiados “no-lucrativos” (de apariencia “filantrópica”).
Seguimiento del tema por Danny Weil (CounterPunch):
Cuando escribí para Counterpunch.com “Neoliberalismo, “escuelas charter” y el modelo de Chicago Política Educacional de Obama y Duncan: Igual que Bush, pero peor”, en agosto de 2009, era obvio que había emergido una arrasante toma de posesión corporativa de la educación, incentivada y en proceso. Al comienzo, el capcioso experimento fue puesto en marcha por completo en New Orleáns, en 2005, después del huracán Katrina, bajo la tutela del modelo Diverse Strategies (Diversas Estrategias) de Paul T. Hill. Desde la publicación del artículo en Counterpunch.com, la corporatización privada de la educación continuó a velocidades rápidas, con cierres de escuelas públicas a diario, y estudiantes y profesores descolocados adecuándose a la norma.
¡Compita por el primer lugar! (Race to the Top), el nuevo “nombre de marca” para Ningún Niño se Deja Atrás, acuñado por el ministro Arne Duncan, ahora está canibalizando las áreas urbanas de la misma manera que descendió la aventura capitalista sobre New Orleans y privatizó el sistema educativo después del huracán Katrina. Arne Duncan y sus amigos “filantrópicos” que manejan su ministerio de Educación (DOE) junto con empresarios de negocios, ansiosos por conseguir en sus manos codiciosas algo del 5,6% de la economía nacional que representa la educación, simplemente están articulando los mismos temas que enunció “Una Nación en Riesgo” [National Commission on Excellence in Education, 1983] hace más de 25 años, y están haciendo esto por muchas de las mismas razones.
Dicen que EEUU no puede competir globalmente sin una mano de obra educada; nos dicen que EEUU de [Norte] América está cayendo debajo del nivel 1 en la globalidad económica; dicen que está cayendo la competitividad de EEUU y la empresa entera Estados Unidos de Norte América instaló un rehén aprisionado por los fracasos implacables de la enseñanza pública estadounidense, inmovilizando a los sindicatos de profesores.
El público norteamericano ahora está presenciando la privatización al por mayor de la educación en ciudades, municipios y estados que sifren las aflicciones de presupuesto causadas por el pillaje y los fracasos sociales del capitalismo de monopolio financiero y de sus políticas devastadoras que están atentas a la privatización de todo lo público, desde las escuelas a los militares, y la atención de salud con protección oficial. Con el sector público virtualmente en bancarrota, el slogan Race to the Top! (¡Compita por el primer lugar!) ahora está forzando a los estados [de EEUU] a doblar sus rodillas y adoptar las cuatro garantías que constituyen la base del nuevo programa radical que propone Duncan: o cierran sus escuelas públicas y hacen frente a la pérdida masiva de ingresos federales y niegan servicios públicos a los niños y salarios decentes –o aceptables– a los profesores.
Para que los estados sean elegibles para recibir su porción de los 4,3 mil millones dólares que Duncan ha embolsado en fondos federales para repartir entre los estados que cumplan sus criterios, los aspirantes deben demostrar que están progresando en resolver las “cuatro garantías”. Si no lo hacen, los estados después no calificarán para los fondos y sus representantes políticos serán forzados a decir a sus distritos electorales que no hay dinero para la educación y a hacer frente a la cólera de los votantes. Como consecuencia, muchos estados están clamoreando que cumplen los “estándares Duncan” y están haciendo todo lo que pueden por convertirse en víctimas de las exigencias extorsivas del mismo Duncan.
Para comenzar, profesores y escuelas deben aceptar y “asegurar” los que llaman “alta calidad de estándares y evaluaciones” (Centro Internacional para el Liderazgo y la Educación, Impacto de las Cuatro Garantías en Salas de Clases y Escuelas, Consiguiendo el fin de la meta ¡Compita por el primer lugar! (Race to the Top!), 2 de abril de 2010, www.leadered.com/pdf/Race a theTop4.2.10.pdf).
Estos estándares y evaluaciones no son, ni fueron, producto del pensamiento de los profesores o de su colaboración, pero en su lugar, sus progenitores son los bien arrinconados banqueros de Wall Street y sus artistas en “gestión de crisis” (turnaround) que han decidido qué pueden y aprenderán nuestros niños. Los estándares son inauténticos y amarrados al vicioso Ningún Niño se Deja Atrás, de la legislación heredada del Congreso bipartidario [republicano/demócrata] y firmada como ley por la administración Bush que ahora está prendida al pecho de la administración Obama. Aunque Obama reventara los tests como una no-manera de medir el rendimiento del estudiante, como indiqué en el artículo para Counterpunch.com, esto fue mera retórica diseñada para engañar al público, pues los estándares y evaluaciones ahora son una exigencia de las corporaciones privadas que trabajan con el ministerio de Educación (DOE) para decidir qué deben aprender nuestros ciudadanos jóvenes y cómo debe enseñar los profesores.
Ciertamente, las cadenas de “charter” preferirían estándares nacionales. Por eso miran al gobierno para que les asegure un paisaje altamente rentable para rasparlo con sus contratos. Esto les permitiría utilizar planes de estudios pre-enlatados a través de su mercado “charter”, sin que importe la ubicación, con la mira puesta en ampliar su “cuota de mercado”, con un plan de estudios sustituto estandarizado ficticiamente hacia abajo, manteniendo un plan de bajos costos y una aplicación formulista y repetidora. Este es el modelo de supermercados Wal-Mart para la educación (Weil, D., 2009).
La segunda garantía que los 50 estados de EEUU deben ofrecer para poder calificar para los dineros federales que Duncan tiene en su cartera es amarrar la enseñanza a incentivos materiales de acuerdo a los propósitos que el ministro de Educación llama “eficacia de la enseñanza”. No hay dónde se pueda ver esto más clara y directamente que en los esquemas de pago por mérito, lanzados como globos de ensayo en muchas ciudades, en un esfuerzo para destruir los sindicatos de profesores y la negociación colectiva. (Centro Internacional para el Liderazgo y la Educación, Impacto de las Cuatro Garantías en Salas de Clases y Escuelas, Consiguiendo el fin de la meta ¡Compita por el primer lugar! (Race to the Top!), 2 de abril de 2010, www.leadered.com/pdf/Race a theTop4.2.10.pdf),
La tercera garantía es “volteando alrededor de escuelas de bajo rendimiento”, que significa la apertura de la compuerta para las “escuelas charter”, estado por estado, forzando a los estados a legislar para comenzar las “charters” y/o desarrollar el número de “escuelas charter” que se puedan abrir en sus estados sin violación de la ley estadal. En otras palabras, usando la legislación del gobierno como pivote para asegurar que el monopolio financiero tenga la capacidad de comenzar cadenas de venta al por menor de las “charters” sin ningún bloqueo de entrometidos, leyes estadales, sindicatos y regulaciones limitativas de su abertura y expansión. (Centro Internacional para el Liderazgo y la Educación, Impacto de las Cuatro Garantías en Salas de Clases y Escuelas, Consiguiendo el fin de la meta ¡Compita por el primer lugar! (Race to the Top!), 2 de abril de 2010, www.leadered.com/pdf/Race a theTop4.2.10.pdf). También significa más escuelas públicas cerradas, ciudad por ciudad. Según una encuesta conducida nacionalmente el otoño pasado [septiembre-diciembre 2009] por la Asociación de Administradores de Escuelas, el 6% de los distritos del país cerraron o consolidaron las escuelas [agrupándolas] durante el año escolar actual (2009-2010), el doble del número del año escolar anterior 2008-2009. Se espera que la tasa de cierre de escuelas públicas aumente al 11% en el año escolar 2010-11.
Las escuelas cerradas son buenas noticias para los privatizadores que miran cómo hacer dólares aumentando realmente la capacidad del sistema escolar para conseguir financiamiento público para construir escuelas y entregárselas después a las corporaciones privadas. Esto es importante porque los contratos para construir nuevas escuelas generan intereses financieros corporativos en Wall Street y favorecen a los promotores corporativos beneficiados por la devastación dejada por el desplome financiero y el hurto de fondos públicos. Esta “garantía” sórdida se amarra a todo el paquete de “opción de escuela”, favoreciendo aún más a los prevaricadores de la educación.
Es importante entender que Arne Duncan y la administración Obama han vendido la noción de elección opcional de escuela pública y educación corporativa como panacea para la afligida enseñanza pública. Como su predecesora Margaret Spellings, la secretaria de educación de George W. Bush, Arne Duncan y el presidente Obama llevan a cabo el mismo análisis razonado común de todas las reformas educativas neo-liberales: la competencia proporciona el mejor motor, o más eficiente, para el cambio y la reforma. La premisa de la controversia es similar al argumento del pagaré privado, o sea, las escuelas públicas tradicionales (TPS) pueden mejorar mejor por los mecanismos de la competencia de mercado.
Como opción privada, la elección pública razonada sostiene que todas las escuelas públicas, así como todo el aprendizaje del estudiante, mejoran cuando las escuelas públicas tienen que competir por los estudiantes y los estudiantes y sus padres tienen el derecho a elegir escuela. Entonces, todo esto intenta introducirse a la psique de los profesores: el mensaje es que ellos también necesitan competir, como sus estudiantes, y por este mecanismo se esfuman por la ventana valores tales como solidaridad, aprecio de la diversidad, equidad e igualdad de oportunidades, así como democracia participativa. No hay valores en el nuevo “esquema de cosas”.
¡Compita por el primer lugar! [Race to the Top!] abraza un nuevo pero viejo “lenguaje de negocio”, el lenguaje de la competencia, no el lenguaje de la colaboración, y significa que se postula un ambiente de egoísmo: a este lado, los ganadores y al otro, los perdedores; no entrambos.
Finalmente, la cuarta garantía que los estados deben cumplir para conseguir los dineros federales que necesitan mientras disminuyen sus presupuestos y se está derrumbando su infraestructura pública, es adoptar “sistemas de datos para informar de la instrucción” Estos sistemas computarizados vienen bajo la forma de pruebas (tests) y sistemas de seguimiento longitudinal para los estudiantes, desde la guardería al trabajo. (The International Center for Leadership and Education, The Impact of the Four Assurances on Classrooms and Schools, Getting to the finish line in Race to the Top, April 2, 2010, www.leadered.com/pdf/Race to theTop4.2.10.pdf).
Esta “garantía” ahora se está moviendo rápidamente, galopando a través del terreno educacional, como lo atestiguan las compañías que ven una virtual bonanza en la preparación y venta al respectivo estado de un lucrativo paquete privatizado de tests, y entrenamiento de profesores y estudiantes para aprobar esos mismos tests, del mismo modo que Wall Street monitorea para señalar la dirección de excitantes nuevas oportunidades de nuevas privatizaciones educacionales y “mejores prácticas”.
Tristemente, los resultados del nuevo régimen nacional y estadal de tests serán alimentados en un sistema de datos expandido, que entonces será utilizado para evaluar profesores y establecer si reúnen los “resultados medidos”, para hacerlos “blanco” del libre mercado laboral y llevar a cabo eventuales contrataciones. Reducidos a “vendedores en la sala de clase”, los profesores pueden esperar dedicarse ellos mismos a diario al “desarrollo profesional”, cuando el jefe corporativo les diga dónde están y cómo se usan los equipos de computación de generación de gráficos, tablas y similares, para imaginar si sus estudiantes están alcanzando los resultados medidos obligatorios bajo el slogan “Ningún Niño se Deja Atrás”.
Ahora es tiempo de resistir este individualismo regimentado a través de una combinación de comprensión/conocimiento, solidaridad entre el pueblo trabajador, diálogo crítico y acción colectiva directa. Porque de lo contrario, arribaremos entonces a una sociedad plagada por más guerra, militarismo, reglamentación, autoritarismo, competición, penalidades y declinación social; y horadaremos el cuerpo moral de nuestros ciudadanos, forzándolos a nutrirse a través del aprendizaje ilegítimo. Esto es un estallido del cuerpo hacia el cuerpo político. Es la hora de levantarse por la educación pública y no rebajar el nivel del educador; para hablar de solidaridad entre nosotros, en esto estamos todos juntos y si el puente cae, todos nos vamos abajo. La buena noticia es que la respuesta a mi artículo, y mucho más de ese tenor, tiene un efecto apremiante.
Los estudiantes de High School secundaria y de la enseñanza media comenzaron a luchar en Detroit, New Jersey, Washington DC y muchas otras escuelas públicas en muchos estados diversos a través de la nación y solamente en New Jersey se movilizaron 16.000 (Weil, D., estudiantes de New Jersey salen fuera de las escuelas públicas (http://dailycensored.com/2010/04/29/new-jersey-students-walk-out-of-public-schools/).
Los líderes estudiantiles están emergiendo e incrementando su presencia sin lugar a dudas, como ocurrió en Detroit cuando ocuparon la oficina de la gobernadora Jennifer Granholm. (Weil D. Pass, ¡Presente! Estudiantes y activistas arrestados en la oficina de la gobernadora de Michigan, de Jennifer Granholm, contra su acción de diezmar la enseñanza pública en Detroit, (http://dailycensored.com/2010/05/12/students-and-activists-arrested-at-governor-of-michigan-jennifer-granholms-office-over-the-decimation-of-public-education/).
Los estudiantes también derrotaron un plan educacional tipo Wal-Mart para Detroit al introducirse a su manera en cuatro High Schools secundarias que intentaron ofrecer “formación intensiva” con créditos por asignatura. No cabe duda que tal como marchan las políticas educacionales, los estudiantes serán la vanguardia de las batallas por venir, mientras la economía continúa afectando grotescamente la población, especialmente a latinos y negros de los centros urbanos de la nación.
La cobertura informativa de los acontecimientos es virtualmente inexistente en los medios corporativos. Cada día, Arne Duncan y sus aliados cercanos de Wall Street continúan trabajando subrepticiamente y colectando –por debajo del radar– fondos provenientes de los impuestos de la mayoría de los ciudadanos, quienes también están animados a intentar hacer frente a un paisaje económico y social sin perspectivas que los ha dejado privados de cualquier red de seguridad pública durante una época de fusiones económicas y pérdidas de empleos. Esto ha dejado la notificación y el reportaje de la carnicería causada por Race to the Top (¡Compita por el primer lugar!) y el nuevo modelo corporativo para la educación reportado on line progresistamente a través de organizaciones y esfuerzos de grupos como “By Any Means Necessary” (Por Cualquier Medio Necesario, www.bamn.com) y otros que están combatiendo la privatización y la destrucción de oportunidades educativas para la juventud de nuestra nación.
Solamente podemos esperar que la enseñanza superior, con respecto al nuevo modelo educativo corporativo, lleve a cabo una resistencia férrea que bloquee los planes de los artistas de “gestión de crisis” (turnaround), aventureros capitalistas y fabricantes de dinero de Wall Street. Si no, entonces la educación será reducida al entrenamiento y los profesores reorganizados en asociaciones de trabajadores “at-will” ("empleo a voluntad" del empleador, sin ningún vínculo estable con la empresa contratante) en la larga marcha hacia la corporatocracia y la walmartización de la educación.
Actualización de Paul Abowd:
El Presidente Obama lo ha hecho bien, como tantos otros de aquellos cuyas promesas progresistas de campaña muy progresistas terminan marcando con tiza una estrategia electoral de “jugar al centro.” Resulta que la visión de Obama de la enseñanza pública, más allá de sus promesas electoralistas, se ha dado vuelta en una iniciativa federal agresiva que revela la fe duradera de su administración en los principios del libre mercado para resolver cuestiones de preocupación pública.
El slogan Race to the Top (¡Compita por el primer lugar!) de Obama hasta el momento sólo ha premiado a dos estados, pero ha obligado a casi todos los demás a alterar su código de la educación antes de ganar un pedazo del paquete federal de ayuda de varios miles de millones de dólares.
Mientras el plan federal procede a ritmo acelerado, la resistencia aumenta, especialmente en Chicago. La agenda progresista de los profesores se apresta este verano a asumir el control del tercer sindicato más grande de trabajadores de la educación en el país. En un esfuerzo para conectar a la unión sindical con un movimiento más amplio de la comunidad por revitalizar la enseñanza pública, los profesores de Chicago quizás están levantando la oposición más prometedora a la privatización de la educación pública en la misma ciudad donde fue tramado el plan de educación de Obama.
En Detroit, una fundación-financista de escuelas designada por la gobernadora está encontrando resistencia de la comunidad y un desafío legal a sus planes de cerrar escuelas públicas, mientras los profesores reformados del Distrito Columbia (Washington) están golpeando puertas por elecciones de la Unión de Trabajadores. En Los Ángeles, California, los profesores ganaron su primera batalla contra la tentativa del gobierno de la ciudad de licitar escuelas públicas. Padres y profesores propusieron que la unión sindical haga funcionar las escuelas, batiendo hacia fuera a los operadores “charters” que aspiran al control de docenas de establecimientos educaciones disputados.
La reunión nacional del verano 2009 [junio-septiembre] de los profesores reformadores en Los Ángeles fue importante por el acuerdo de unirse a una estrategia nacional para oponerse al plan de escuelas de Obama y ha producido significativas victorias a lo largo del empeño. Sin embargo, las uniones todavía están forcejeando para encontrar una respuesta unificada a los ataques de un Presidente que apoyaron sinceramente. Porque ahora, el trabajo de salvar las escuelas no sólo implica resistencia y reacción, sino pro-actividad y presentar alternativas para que los sindicatos de profesores hagan frente a cargos de obstrucción del progreso dado que los grandes medios están todos demasiado listos para atacarlos.
Afortunadamente, la blogósfera se está convirtiendo en un recurso valioso a medida que continúan las batallas sobre la enseñanza pública. Los mismos profesores –actuales y despedidos– están radio-difundiendo sus experiencias, su conocimiento desde adentro y los trucos sucios de administradores que corrompen a funcionarios públicos e igualmente a los sindicatos. Algunos blogs recomendados, sitios web y fuentes independientes de noticias de educación (en inglés): NYC Educator, Education Notes, Substance News, The Washington Teacher, Caucus of Rank y File Educators.