La Joya de la Corona
Un nuevo proceso electoral ha concluido, una nueva victoria del chavismo ahora sin la presencia física del comandante, nuevas decepciones en la oposición, euforia en las filas del gobierno. Parece que nada ha cambiado y que todo sigue igual que en los últimos 14 años. ¿Será verdad?... Veamos…
El PSUV gana 20 gobernaciones, entre ellas 4 que estaban en manos de la oposición, todo un éxito ciertamente. Sin embargo Aristóbulo flamante sucesor del físicoculturista en Anzoátegui, asoma que no fue una victoria perfecta. ¡Que vaina con el negrito!, siempre de aguafiestas...
Pero esta vez comparto su opinión, porque en revolución no hay victoria perfecta, sino que hay que vencer diariamente, ya que una sola derrota puede acabar con lo logrado, de un plumazo. Claro que Aristóbulo se enfoca en lo ocurrido en Miranda y nuevamente acierta aunque creo que hay otros detalles a tomar en cuenta.
¿Quienes son los gobernadores electos? ¿Debe uno alegrase por sus triunfos? Ante el recuerdo de El Amparo, ¿tenemos que emocionarnos con el premio a Rodríguez Chacín?. ¿Les sale a los mineros, indios y trabajadores de Guayana estallar de júbilo por la reelección de Rangel Gómez? En verdad la conquista de la gallina parlanchina en el Zulia, ¿es un triunfo de la revolución? ¿Será que Vielma Mora y su gusto por la empresa privada y los impuestos impulsará las comunas? Preguntas que solo el tiempo responderá. Pero no deja de ser interesante que el Táchira, un mes antes derrotara a Chávez y ahora se vuelca por el 'gerente' de la revolución…
En lo que corresponde a la ínsula donde pasamos gran parte de nuestra vida, la verdad es que cualquier personaje que aparezca, así sea un milico de dudosos antecedentes, reconforta a los margariteños cansados de Morel y su combo. Seguramente los carabobeños dirán lo mismo. Pero de ahí, a hacer fiesta porque se eligieron 11 militares, hay un gran trecho. Eso de que ‘entre los ladrones de ellos y los nuestros, me quedo con los nuestros’, nos iguala con Roosevelt y no nos gusta colocarnos a esa altura.
Ahora bien, estas elecciones dejaron algunas cosas buenas como el triunfo de Erika Farías, ojalá se lleve a todo su Frente Francisco de Miranda para Cojedes y no salgan de allá en los próximos 20 años. Otra para celebrar es la salida de Maestre con su nefasta herencia.
Un aspecto interesante es el espectacular triunfo de la abstención. Lo de la oposición se veía venir por la variedad de intereses que la mueven y ahí cada uno jala brasa pa’ su sardina, pero del lado acá, casi 4 millones de los que votaron por Chávez no fueron ubicados ni con la mentada operación remolque. Para nada sirvieron ni la desesperación de los anclas del SNMP, ni los cuentos del primer yerno de la república. Lo cual deja al chavismo como la mayor de las minorías.
Evidentemente, Chávez sigue ganando y demostró que puede transferir votos a sus ungidos, pero Reyes Reyes y la alegremente olvidada verduga de Sabino, demuestran que no puede transferir todos los votos, ni a todos los candidatos. Y entonces tenemos que se eligieron los gobernadores, ¿y ahora qué? Que puede esperarse de unos tipos y tipas, cuya campaña fue ‘Vota por mí para que Chávez no deje morir de mengua al estado tal’. Nosotros no esperamos mucho, estaremos pendientes de las primeras medidas de Aristóbulo, que sirvan de ejemplo para empezar a esfaratar las gobernaciones.
Por ahora, solo ha dicho una gran verdad: la victoria no fue perfecta, porque lo que algunos llamaron ‘la joya de la corona’ no se obtuvo. Muchos comentarios hemos escuchado y leído sobre lo sucedido en Miranda, ataques indiscriminados que señalan un supuesto aburguesamiento de los barrios mirandinos, y que ‘son unos traidores los que no votaron por Elías Jaua...’
Nosotros pensamos que cada quien tiene derecho a ver la vida a su manera, y si buena parte del pueblo, recuérdese que los abstencionistas fuimos mayoría, decidió que Elías no era un buen candidato para dirigir una gobernación, pues debe tener razón, ¿ o en qué quedamos? ¿ no y que la voz del pueblo es la voz de Dios ?
Claro está que ante la actual situación de salud del presidente, las molestias del chavismo se entienden porque una derrota de Capriles dejaba sin candidato visible a la oposición ante una probable nueva elección presidencial. Ahora, la derrota de Pablo Pérez y la escasa votación hacia el partido de Leopoldo López, deja a Capriles el camino allanado para volver a postularse. De ahí que se le siga atacando, porque si no se gana la presidencia, las 20 gobernaciones seguramente pasarán trabajo con un presupuesto reducido, por aquello de que ‘la salsa buena para el pavo …’
Ante ese escenario, ¿logrará el chavismo consolidar una candidatura ? ¿ Aceptará Diosdado la orden del líder? -probablemente lo hará por supervivencia-. ¿ Pero se podrá confiar en el compromiso revolucionario de Arias Cárdenas, Vielma Mora y/o Rangel Gómez, luego de la salida del escenario político de Chávez?
No sé por qué, pero no les creo.
Otra política es necesaria...
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