En la madrugada del 4 de febrero de 1992 un despliegue de comandos se sublevaron simultáneamente en Maracaibo, Caracas, Valencia y Maracay, dirigidos por el Tte. Cnel. del ejército Hugo Chávez Frías, líder del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200.
Las posibilidades de un derramamiento de sangre innecesario, impidieron materializar la destitución de las principales autoridades gubernamentales y los militares rebeldes se rindieron. El país fue testigo de una alocución televisiva que no sólo buscó paralizar las acciones armadas y apaciguar a la población, sino que transmitió un mensaje que retumbó en el imaginario colectivo como un reto para el futuro, dándole cara y palabras al sentir de un pueblo insatisfecho con la dirección que llevaba el país, inmerso en la corrupción, la entrega a las transnacionales petroleras, una deuda externa contraída ilegalmente, la pérdida de soberanía nacional y la decadencia moral de sus representantes.
El 4 de Febrero, pudiéramos decir que es el surgimiento del líder de la revolución que el pueblo venezolano engendró , después de su rebelión espontánea el 27 de Febrero de 1989, contra un régimen despótico y capitalista que permitió la violación de la soberanía nacional, por parte del Fondo Monetario Internacional que impuso un paquete económico neoliberal que planeaba privatizar las instituciones y empresas que dinamizaban la economía nacional.
Fue en esta ocasión que, el Líder del Pueblo , con su grito de rebeldía y su “POR AHORA”, generosa y valientemente dijo, como el poeta que de él escribió:
“Me impelió la vida , Me llamó el Pueblo...me eligió la Providencia para hacer historia patria ,para continuar la gesta de la libertad, para encarnar los ideales de Bolívar, para instaurar la paz en la justicia, para consolidar la unión de los pueblos del Mundo Sur,para unirme al dolor del pobre y solidarizarme al interés de la Patria en aras de la Patria Grande revestida de bienestar...de dignidad y de fraternidad; y así poder cantar con júbilo: servir a mi Patria es y será ¡MI PLENITUD!
Puede interpretarse como irreverente, pero es la realidad: el 4 de Febrero fue el inicio de la realización de aquel ideal romántico y casi quimérico de independencia del Padre Libertador, de aquel puñado de héroes y del Pueblo que, en el campo de batalla, decidieron ser libres y aspirar a poseer la tierra que les daría la oportunidad de ser verdaderamente humanos, republicanos , venezolanos e hijos de la Patria Grande.
Las posibilidades de un derramamiento de sangre innecesario, impidieron materializar la destitución de las principales autoridades gubernamentales y los militares rebeldes se rindieron. El país fue testigo de una alocución televisiva que no sólo buscó paralizar las acciones armadas y apaciguar a la población, sino que transmitió un mensaje que retumbó en el imaginario colectivo como un reto para el futuro, dándole cara y palabras al sentir de un pueblo insatisfecho con la dirección que llevaba el país, inmerso en la corrupción, la entrega a las transnacionales petroleras, una deuda externa contraída ilegalmente, la pérdida de soberanía nacional y la decadencia moral de sus representantes.
El 4 de Febrero, pudiéramos decir que es el surgimiento del líder de la revolución que el pueblo venezolano engendró , después de su rebelión espontánea el 27 de Febrero de 1989, contra un régimen despótico y capitalista que permitió la violación de la soberanía nacional, por parte del Fondo Monetario Internacional que impuso un paquete económico neoliberal que planeaba privatizar las instituciones y empresas que dinamizaban la economía nacional.
Fue en esta ocasión que, el Líder del Pueblo , con su grito de rebeldía y su “POR AHORA”, generosa y valientemente dijo, como el poeta que de él escribió:
“Me impelió la vida , Me llamó el Pueblo...me eligió la Providencia para hacer historia patria ,para continuar la gesta de la libertad, para encarnar los ideales de Bolívar, para instaurar la paz en la justicia, para consolidar la unión de los pueblos del Mundo Sur,para unirme al dolor del pobre y solidarizarme al interés de la Patria en aras de la Patria Grande revestida de bienestar...de dignidad y de fraternidad; y así poder cantar con júbilo: servir a mi Patria es y será ¡MI PLENITUD!
Puede interpretarse como irreverente, pero es la realidad: el 4 de Febrero fue el inicio de la realización de aquel ideal romántico y casi quimérico de independencia del Padre Libertador, de aquel puñado de héroes y del Pueblo que, en el campo de batalla, decidieron ser libres y aspirar a poseer la tierra que les daría la oportunidad de ser verdaderamente humanos, republicanos , venezolanos e hijos de la Patria Grande.
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